Asociación de Contribuyentes
Perú21, 19 de setiembre del 2024
Aunque suene absurdo, el mismo ministro de Economía que quiere reducir el déficit fiscal quiere crear un nuevo ministerio “elefante” a costa de los bolsillos del contribuyente.
El ministro de Economía cree que puede estrangular más a los empresarios formales para aumentar los ingresos del Estado y reducir su déficit fiscal. Es decir, no le interesa promover la inversión, el emprendimiento ni le interesa la clase media contribuyente. Le interesa mantener el statu quo burocrático del Estado Peruano con planillas infladas, inservibles y empresas estatales quebradas.
Y en este contexto de déficit provocado por una Estado despilfarrador, ahora se le ocurre defender la idea de crear un nuevo ministerio. Desde la Asociación de Contribuyentes enumeraremos las razones por las cuales es mejor tener MENOS ministerios, en vez de más.
Reducir el número de ministerios no solo simplifica la estructura del gobierno, sino que trae múltiples beneficios que se alinean con principios económicos clave. A continuación, se desglosan los criterios más relevantes:
• Más facilidad para el contribuyente:
Al reducir el número de “ventanillas” ministeriales, los procesos se agilizan, reduciendo costos de transacción tanto para los ciudadanos como para las empresas. Según la teoría de costos de transacción del economista Ronald Coase, la simplificación burocrática disminuye los costos indirectos que enfrentan los agentes económicos al interactuar con el gobierno.
• Menos regulación y menos trámites:
Con un aparato estatal más pequeño, se reduce la cantidad de regulaciones redundantes. La teoría de la sobrerregulación sugiere que un exceso de trámites genera ineficiencias, retrasos y costos innecesarios para los agentes económicos, afectando negativamente el crecimiento. Menos regulación promueve un ambiente más dinámico y competitivo.
• Menor costo en planilla y gastos administrativos:
La reducción de ministerios implica una disminución directa en los gastos asociados al pago de sueldos, mantenimiento de oficinas, y otros gastos operativos. Desde la perspectiva de la eficiencia en el gasto público, este ahorro puede redirigirse hacia inversiones más productivas como infraestructura de calidad.
• Más foco en lo esencial:
La teoría del Estado mínimo de Nozick propone que el gobierno debe limitarse a funciones esenciales como seguridad y justicia. Menos ministerios permiten que el Estado se enfoque en estas áreas prioritarias, sin dispersar sus recursos y capacidades en sectores donde la intervención gubernamental es menos eficiente.
• Menos corrupción y más fácil de fiscalizar:
Un menor número de ministerios reduce la complejidad del sistema y, por ende, las oportunidades de corrupción. Además, un aparato estatal reducido es más fácil de supervisar, permitiendo una mayor transparencia y una fiscalización más efectiva, lo que coincide con las teorías de gobernanza que destacan la importancia de estructuras claras y transparentes.
• Menos coordinación entre actores:
La consolidación de ministerios reduce la necesidad de coordinación excesiva entre diferentes actores gubernamentales. Cuando las responsabilidades están dispersas, se generan ineficiencias en la implementación de políticas. Al reducir estos puntos de interacción, se facilita una ejecución más rápida y coherente de las políticas públicas.
Finalmente, crear un ministerio no asegura el cambio: la creación de un nuevo ministerio no garantiza que los problemas que busca solucionar se resuelvan. Si bien podría dar la apariencia/visibilidad de mayor atención a ciertos temas, sin funcionarios capacitados y sin un enfoque claro en la gestión de calidad, el ministerio será simplemente un nuevo actor en una burocracia ya saturada. Es esencial contar con personal altamente capacitado y con procesos bien definidos, en lugar de expandir el tamaño del Estado innecesariamente.