Asociación de Contribuyentes
Perú21, 23 de enero del 2025
Mientras el MEF y la Sunat buscan cumplir metas millonarias de recaudación, los contribuyentes formales pagan el precio. Más impuestos para los mismos de siempre.
Mientras el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de la mano de la Sunat, continúa subiendo y creando impuestos, la informalidad no se reduce (70%) y la inversión privada en el país no despega.
La recaudación tributaria pasó de S/147 mil millones en 2023 a S/155 mil millones en 2024. Para 2025, la meta de la Sunat es recaudar más de S/177 mil millones.
Pero, ¿cómo lograrán esta meta tan ambiciosa que presentan como buena noticia? Metiéndole la mano al bolsillo a los contribuyentes, quitándole todos los beneficios posibles y persiguiéndolos, en lugar de ampliar la base tributaria con medidas que impulsen una formalización más atractiva y amigable.
José Arista, titular del MEF, es optimista al garantizar un crecimiento económico cercano al 3% para este año y tasas de interés del 5% o 6% a futuro gracias a la inversión privada.
Sin embargo, llegar a este objetivo será una tarea titánica con una burocracia que asfixia a los empresarios formales y busca mil formas para “sacarles” más dinero. Todo para sostener un presupuesto público de más de S/253 mil millones que prioriza el gasto en el pago de planillas y el rescate de empresas quebradas como Petroperú, en lugar de gestionar más inversiones.
En 2025 tendremos otro presupuesto millonario que nos regalará mil ejemplos de mala inversión, malgasto, corrupción y devolución de fondos.
Y para completar este cuadro lleno de incoherencias, el presupuesto de inversión pública se reducirá en 18%, con una brecha de infraestructura de más de US$159,000 millones en todos los servicios básicos.
Así, los contribuyentes contemplamos un problema estructural que se agrava. Como afirma José Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú, “la máquina recaudadora funciona perfectamente solo para exprimir a los que ya aportan, mientras mira hacia otro lado cuando de informalidad o ilegalidad se trata, y es cómplice de un estado burocrático que no invierte adecuadamente nuestro dinero”.
Finalmente, las preguntas más básicas caen de maduras: la recaudación aumenta, el presupuesto aumenta, pero, ¿se siente el contribuyente más seguro al salir a la calle?, ¿confía en el sistema público de salud?, ¿matricularía voluntariamente a sus hijos en un colegio estatal?, ¿está contento con el transporte público?, ¿existe justicia en Perú? Complete usted, querido lector, la respuesta.