Asociación de Contribuyentes
Perú21, 27 de junio del 2024
La última edición del ranking de competitividad global posicionó a Perú en el puesto 63 de 67 países evaluados. Este retroceso de 8 posiciones en un año convierte al país en la tercera economía menos competitiva de Latinoamérica.
El ranking de competitividad publicado por el Institute of Management Development (IMD) de Suiza ubicó al país en el puesto 63 de 67 economías evaluadas a nivel mundial. Durante el último año, Perú cayó 8 posiciones, un retroceso sostenido desde 2008.
En 2023, Perú ocupó el puesto 55. Es decir, era el segundo país más competitivo de la región latinoamericana después de Chile (puesto 44). Ahora, se encuentra en la antepenúltima posición, solo por delante de Venezuela y Argentina.
El análisis del IMD evalúa al país sobre la base de 4 indicadores: desempeño económico, actualmente, está en el puesto 60 (-7 posiciones); eficiencia del gobierno, en el 55 (-5 posiciones); eficiencia empresarial, en el 60 (-7 posiciones); e infraestructura, en el 63 (-3 posiciones).
Entre los principales retos no enfrentados para nuestro país se encuentran la lucha contra la corrupción; la construcción de institucionalidad en el Estado, hoy impredecible, descontrolado e informal; y la lucha contra la inseguridad e inestabilidad social y política. Además, la reducción de brechas de servicios estatales básicos y la ejecución de proyectos estratégicos de infraestructura que dinamicen la economía y el desarrollo nacional.
Asimismo, el informe identificó la falta de reformas estructurales en temas clave: educación, salud, trabajo, impuestos, sistema de pensiones y, por encima de todo, reforma del Estado.
¿Cómo ser más competitivos? No hay analista que no responda de la siguiente manera: creando un mejor clima de negocios, mejores condiciones para una inversión formal y sostenible. Y esto se logra a su vez favoreciendo la inversión privada, liberándola de barreras, trabas, regulaciones exageradas, sistemas corruptos, burócratas ideologizados, impredictibilidad judicial, inestabilidad política, entre otros males que en Perú se han convertido en el pan de cada día.
Recuperar la competitividad no es tarea sencilla, pero se logrará fortaleciendo las condiciones necesarias para que Perú vuelva a generar riqueza y sobre todo realizando reformas profundas que eleven la calidad educativa y la formación de nuestro capital humano.
José Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú, afirmó que “no es coherente ni aceptable que un gobierno que no promueve la competitividad de forma proactiva y que tiene más de 20,000 obras públicas paralizadas se dé el lujo de incrementar su planilla, elevar los salarios del sector público y superar los límites del deficit fiscal aumentando el gasto sin incrementar sus ingresos gracias a la generación de riqueza”.
Por su parte, el nuevo director ejecutivo de Comex, Jaime Dupuy, en una reciente columna de opinión, aseguró que Perú necesita de “un shock de simplificación administrativa y regulatoria que permita facilitar la inversión privada”. En su columna de opinión, publicada en Gestión, afirmó que se deben organizar cambios y reformas estratégicas para impulsar la competitividad en el país.