Por: Asociación de Contribuyentes
Perú21, 8 de agosto del 2024
Mientras el Gobierno incrementa su planilla, se sube el sueldo sostenidamente y sigue permitiendo que Petroperú y otras empresas estatales acumulen pérdidas millonarias, tiene el descaro de cobrarnos más impuestos.
La capacidad de un gobierno para introducir eficazmente impuestos a la venta sin perjudicar a los contribuyentes depende de diversos factores. Este informe explora las variables que deben analizarse para determinar el momento óptimo para la implementación de nuevos impuestos.
1. CRECIMIENTO ECONÓMICO
Un periodo de fuerte crecimiento económico es adecuado para introducir nuevos impuestos. El Perú se encuentra en una etapa de salida de una recesión, registrando un crecimiento muy bajo y por un efecto rebote. Después de una contracción económica del 0.5% en 2023, el país enfrenta desafíos debido al deterioro de la inversión privada y la debilidad de este gobierno. Aunque se proyecta un crecimiento económico del 3.0% para 2024 (incierto), esta cifra sigue siendo baja para nuestros niveles de desarrollo.
2. NIVELES DE INFLACIÓN
Introducir nuevos impuestos sobre las ventas durante periodos de alta inflación puede ser dañino para los ciudadanos y emprendedores. Aunque en nuestro país se ha reducido la inflación, venimos de un periodo inflacionario sumamente alto desde la pandemia, que ha elevado el costo de vida para todos los peruanos, los empresarios y emprendedores. La inflación alcanzó un segundo pico en enero de 2023, cuando llegó al 8.66%, y desde entonces ha registrado un comportamiento descendente muy lento. De hecho, en junio de 2024, la inflación anual de Perú se aceleró, aunque se mantuvo dentro del rango meta. En conclusión, en estos últimos años se ha incrementado significativamente el costo de vida para todos los peruanos.
3. ECONOMÍA INFORMAL
En economías con un sector informal grande, la implementación de nuevos impuestos sobre las ventas puede ser menos efectiva y más difícil de administrar. En el caso de Perú, el 76.8 % de la PEA ocupada es informal. Aumentar los impuestos en este contexto podría tener efectos contraproducentes, impulsando el mercado negro de los servicios que se piensa gravar. Y esto va a ocurrir con los servicios digitales, lo que representa una pérdida de ingresos para las empresas y para el Gobierno. Así, este Estado ineficiente no puede garantizar que estas nuevas contribuciones sean efectivas.
4. TASA DE DESEMPLEO
La tasa de desempleo es crucial para decidir cuándo introducir nuevos impuestos sobre las ventas. Durante la pandemia de COVID-19, el desempleo en Perú promedió 7.2%. En 2023, bajó a 4.8%, pero ha vuelto a aumentar en 2024. De marzo a mayo de 2024, la tasa de desempleo fue del 7.2%, un aumento de 0.4 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2023. De abril a junio de 2024, la tasa de desempleo se mantuvo en el 6.6%, sin cambios respecto a 2023. No hay más trabajo, no hay mejor trabajo. Punto.
5. ¿EN QUÉ SE USA EL DINERO RECAUDADO?
En 2023, Perú cerró con un déficit fiscal del 3.9%, lo que significa que el país gastó significativamente más de lo que recaudó en ingresos fiscales. ¿En qué gastó? Principalmente en planilla, gasto corriente y burocracia, siendo ineficiente en la ejecución del gasto de capital o inversión pública. Si a esto se suma las pérdidas millonarias de las empresas estatales peruanas, las medidas populistas y de aumento de sueldos que surgen del Ejecutivo y el Congreso, parece que el Gobierno bien podría buscar otras fórmulas para tener más recursos. Si el gasto corriente no se controla, cualquier aumento en la recaudación fiscal se verá absorbido por la tburocracia inútil, sin mejorar significativamente los servicios que el Estado presta.
CONCLUSIÓN:
En todas las variables este gobierno sale jalado. La decisión del Gobierno de gravar con IGV a los peruanos que consumimos servicios digitales no solo de entretenimiento, sino también de productividad, no tiene justificación bajo un mínimo análisis técnico. Solo nos quieren meter la mano al bolsillo para mantener sus privilegios políticos y burocráticos.