Por: Arturo Woodman
Expreso, 13 de Setiembre del 2022
Desde que el presidente Castillo olvidó su promesa de no utilizar el Palacio de Gobierno sosteniendo que era un símbolo de la Conquista Española, su utilización ha tenido varios acontecimientos ligados a investigaciones fiscales por corrupción, pero su inaceptable decisión de poner rejas impidiendo el ingreso a la Plaza de Armas y a varias calles aledañas sin poder transitarlas, ha traído una serie de reclamos y problemas al normal desenvolvimiento del Centro de Lima.
Este cierre produce que los antiguos negocios establecidos hace años en esas zonas céntricas no puedan operar normalmente, pese a que sus Licencias de Funcionamiento están vigentes y sus vecinos: el Arzobispado, la Catedral y la Municipalidad de Lima autoridad representante de alrededor de 10 millones de pobladores no puedan utilizarla, a pesar de que esta última tiene a su cargo su mantenimiento y conservación.
Esta indebida orden de cierre con rejas y policías alrededor de la Plaza, dan la impresión de que en Lima se vive en revolución y que el Presidente teme que su pueblo ingrese a sacarlo, a pesar de estar constantemente viajando. Mantener este control policial no permite a los turistas nacionales y extranjeros visitarla, conocer y apreciar su belleza, además los comerciantes se perjudican considerablemente, sus pérdidas económicas a consecuencia de este capricho o temor presidencial deberían ser asumidas por un presupuesto especial.
Esta situación de aislamiento innecesario debe llegar a su fin, una posibilidad sería que el alcalde de Lima con sus atribuciones defienda el uso de este lugar público y tradicional en favor de sus pobladores y turistas y no dejar que el miedo o prepotencia de Castillo impida admirarla. De no resolverse, debería convertirse en una demanda legal.
No es coherente la actitud presidencial al no permitir apreciar el Palacio, ni el Cambio de Guardia realizado siempre en el patio de honor, ni el paso de la tradicional Procesión del Sr. De los Milagros. Sin embargo, permite que ingresen sin ningún control gran número de sus partidarios, a quienes incluso su primer ministro incentivó a realizar una cadena humana, para llevar a cabo actos cercanos a una insurrección popular inaceptable.
Mientras en el otro poder del Estado ocurren temas igualmente inaceptables. Aunque no conozco a la expresidenta del Congreso, Sra. Lady Camones, y tampoco tengo una conexión política con su partido Alianza por el Progreso, no es conveniente ni aceptable que a menos de 30 días de elegida sus colegas decidan sacarla; esto desprestigia y desestabiliza al primer poder del Estado, sobre todo en la difícil situación política que estamos atravesando.
Es conocido que todas las conversaciones dentro de cualquier reunión informal o política siempre hay expresiones fuera de contexto y por años los pedidos de crear nuevos distritos se presentan al Congreso continuamente y su aprobación se da con cierta rapidez. Hoy el país tiene alrededor de 2,000 distritos y cada año se aprueban alrededor de 10 o 12.
Un tema histórico, es la lamentable partida de la longeva Reina Isabel II que ha conmovido al mundo y es impresionante que la Monarquía Inglesa persista por 12 siglos, desde el Rey Alfredo (año 878).
Finalmente, la Plaza Mayor es un lugar turístico y funcionan autoridades importantes y es inaceptable que se mantenga cerrada por disposiciones arbitrarias.