Por: Anthony Laub
Perú21, 26 de julio del 2023
“Cuando la izquierda aborte la envidia y ausencia paternal de las que adolecen (otro tiene que proveerles aquello que no tienen) como su motor de acción, podremos construir una agenda para todos: pobres, no pobres y ricos”.
Los izquierdistas se desentienden pasmosamente de los conceptos básicos de la economía. Para ellos la ley de la oferta y demanda, es una que puede ser inobservada para justificar cualquiera de sus ideas “progresistas” e igual ocurre con la teoría de los costos de transacción. Ignoran que las leyes económicas son como las físicas, inderogables y de observancia obligatoria. La inefable Sigrid acaba de plantear otra “perla legislativa”, que confiere a las mujeres descanso médico cuando estén con cólicos menstruales. Al margen del sinfín de razones que desbaratan con poco esfuerzo ese mamarracho legislativo, olvida acaso la viajera Sigrid que existen fármacos. Mejor hubiera propuesto que las empresas tengan Ponstan, pese a no ser su responsabilidad. Un cólico no es materia legislativa. No solo Sigrid sino la mayoría de políticos izquierdistas inobservan criterios económicos. Lo que realmente los perturba es que alguien gane dinero y los irrita sobremanera si ganan mucho. Recordemos a otro izquierdista y exministro de Castillo, Pedro Francke, que le picaba el ojo e hincaba el hígado ver circulando coches de lujo. Otra muestra son la Vero y sus adláteres, quienes promovieron con protestas violentas y muertos la modificación de la Ley de Promoción Agrícola; acaso, la mejor norma que el Estado haya dado en años. No hay sector económico que haya crecido y generado más riqueza y, en vez de replicar ese exitoso modelo para promover inversión y trabajo, la izquierda apeló a un falso sentimentalismo y a la turba para obstaculizarlo. Recordemos también a Mirti, otra socia de Castillo, haciendo nada mientras incendiaban campamentos mineros. Cuando la izquierda aborte la envidia y ausencia paternal de las que adolecen (otro tiene que proveerles aquello que no tienen) como su motor de acción, podremos construir una agenda para todos: pobres, no pobres y ricos.