Por: Aníbal Quiroga
Perú21, 18 de Noviembre del 2022
Lo que quiere el Ejecutivo es forzar al Congreso a que le niegue la cuestión de confianza, dejando una bomba de tiempo y con una cuenta de 1 – 0 a favor del gobierno, en camino a la disolución del Congreso y con un llamado posterior a la Asamblea Constituyente. El ardid es que hay una ley que regula el ejercicio del referéndum y que el Ejecutivo ha llevado al TC, mientras se resuelve estamos obligados a respetarla. Hasta que el Tribunal no se pronuncie eso se tiene que hacer.
Aquí se ve el doble rasero, con los mismos argumentos de la cuestión de confianza, el Ejecutivo, ha llevado al Tribunal esta ley que ahora la tilda de inconstitucional. Estando cerca la visita de la OEA el gobierno quiere mostrar una mejor cara y no un premier desgastado. de alguna manera estamos en una crisis complicada y con acciones políticas casi esquizofrénicas.
Por su parte, el Congreso –a diferencia del Ejecutivo que es un equipo monocorde– es un conjunto con muchos intereses donde la mitad de ellos son partidarios de Castillo. La mitad del Congreso aplaude que el Tribunal Constitucional no le vaya a dar razón al Congreso. Ahora mismo en el debate la mitad dice que están a favor de la cuestión de confianza. Es una suerte de jaque mate y no sabemos en qué va a terminar esta tensión.