Andrés Balta
Perú21, 30 de enero del 2025
«La estupidez es peor que la maldad. No responde a la lógica, ni a los argumentos ni a la evidencia»,
De la estupidez hay que alejarse en todo momento y lugar. En efecto, Bonhoeffer, mártir de la resistencia contra Hitler y el nazismo, parece que hubiese escrito hoy de marxismo cultural y wokismo enfermizo. Fíjense, no parece que lo hubiese escrito durante su encarcelamiento en 1943. Miren qué actuales son sus palabras sobre la acechante estupidez.
Véanlas, recordando a los que buscan confrontar a hombres con mujeres, campo con ciudad, gays contra heteros, insectos y maleza acumulada “ecológicamente” contra vecinos y sus casas en llamas, minorías étnicas, raciales y sexuales contra la sociedad y Dios sabe qué barbaridades más sobre desigualdades absurdas ante la ley. Veamos:
La estupidez —para Bonhoeffer— es un problema ético y social, un fenómeno colectivo, estrechamente vinculado al poder, la propaganda y la pérdida de autonomía crítica. Se hace patente con actos que contradicen los principios básicos de humanidad y moralidad.
No es una característica innata, ni un defecto de capacidad intelectual. Surge en condiciones específicas, particularmente bajo la influencia del poder. Es peligrosa no porque carezca de inteligencia, sino porque combina incapacidad para razonar críticamente con una peligrosa tendencia a aceptar dogmas, órdenes o creencias sin cuestionarlos.
La maldad puede ser resistida porque obedece a la lógica y —como tal— puede ser desenmascarada y enfrentada. La estupidez es peor que la maldad. No responde a la lógica, ni a los argumentos ni a la evidencia. Una persona malvada puede actuar de manera racional en busca de sus objetivos, pero una persona estúpida actúa sin comprender las consecuencias de sus actos, convencida de su rectitud.
La estupidez florece bajo estructuras de poder (ONU y OEA incluidas). Es la que te hace renunciar a tu crítica y autonomía, no porque carezcas de capacidad para pensar sino porque dejas de utilizarla. Es un lugar donde el comportamiento de los individuos se homogeniza y la burbuja ideológica te atrapa.
El miedo es un elemento central en la perpetuación de la estupidez. Las personas estúpidas no están interesadas en la verdad; están capturadas en el rechazo a cualquier información que contradiga su visión del mundo.
La estupidez es de izquierda y de derecha. La de nuestros días es estelarmente zurda. Hoy, instalada en nueva crianza de cuervos, está sacándole los ojos a Occidente. Es obligación de todos curarnos la vista y restaurar el sentido común a nuestra civilización.