Por: Andrés Balta
Perú21, 22 de julio de 2021
Antes que una Constitución, que rechazo de extremo a extremo e, inclusive, antes que leyes, que solo quiero para derogar leyes, está establecer en nuestras cabezas o tatuar en nuestros cuerpos la frase: “Mantenlo simple, estúpido”. Esa recomendación, que es el método KISS, (“Keep it simple stupid”) estuvo y está en la cultura y ética de países que se hicieron grandes, desarrollados y exitosos.
En el Perú la excelencia con simplicidad no es fácil. Hay que desmontar siglos de complejidad y mecanismos para vivir de gorra. Hay que remover toda esa grasa que se hizo para hacernos y mantenernos desiguales frente a la ley; toda esa mugre artificiosa que aún impide que compitamos de igual a igual; todos esos acuerdos entre dos o más personas para favorecerse mutuamente, causando daño a otros, con el auspicio del Gobierno y nuestro dinero; y, desde luego, todas esas asesorías y gastos inútiles que se hicieron y aún se hacen con el “Dedo Mágico del Estado”, entre otras miserias.
Para hacerlo simple, hay que hacerlo limpio y para ambos, no hay Gobierno eficaz posible con mochilas pesadas, rabos de paja, maletas de dinero, robos de votos, deudas de favores y lo peor, machetes apuntándote o hincando tu costado.
Tampoco lo harás asesinando los escrúpulos antes de empezar. Entiéndelo, no triunfará el depredador antes que el emprendedor. Menos aún construirás un país sin ética, cultura de trabajo, inspiración y admiración. Piénsalo, no estamos para exigir mediocre. El partido es para mantener las libertades y, aún más, para engrandecerlas. Acéptalo, no se va a torcer esa voluntad. Estaremos firmes en el KISS, creyendo que para lo único que sirve el dinero es para no vender tu alma al diablo.