El desarrollo de la industria del gas natural en Australia es realmente impresionante. A continuación, algunas reflexiones y contrastes con nuestra región.
Las reservas se mantuvieron, en promedio, en 25 trillones de pies cúbicos (TPC) durante la década de los años 80. A finales de los 80 y principios de los 90, Australia decide exportar gas natural licuado (GNL) y sus reservas se han multiplicado hasta llegar hoy a más de 100 TPC, y sin dejar de abastecer su también creciente mercado interno. Moraleja: mercados abiertos fomentan la exploración y por ende el incremento de recursos, reservas y abastecimiento interno.
Australia, muy visionariamente, ha puesto los ojos en el gran mercado de gas natural de Asia con Japón, China, Taiwán y Corea a la cabeza. Tendrá producción de gas convencional offshore y también de gas convencional y no convencional onshore, de gas asociado al carbón y lutitas (shales).
Todos los suministros a Asia están planificados vía GNL y la ventaja de la distancia los favorece en los costos de transporte y la competitividad con otros suministros. Australia tiene al momento operando siete trenes de GNL con una capacidad de 85 millones de metros cúbicos/día (MMMCD) y en construcción para inicio de producción entre el 2014 y 2017, 14 trenes de GNL con una capacidad total de 217 MMMCD. En total, hacia el 2020 se tendrá capacidad exportadora de GNL de 302 MMMCD.
Está en marcha el primer proyecto de licuefacción costa afuera, denominado Floating LNG, que lidera Shell, y que es un quiebre tecnológico para la producción y suministro de gas natural en el largo plazo.
Lo anterior, sin descuidar su creciente mercado interno que favorecerá producción futura de petroquímica y otros productos derivados de los licuables. Australia se convertirá hacia el 2020 en el país con mayores exportaciones de GNL, llegando a tomar un 25% del mercado global y superará a Qatar, que al presente tiene el 35% del mercado total.
Ciertamente que nos entristece ver lo nostálgicos que somos los latinoamericanos con respecto a nuestros desarrollos. En Bolivia se derroca un gobierno por dos trenes de exportación de GNL. En Perú el proyecto construido de GNL se lo trata de detener a toda costa y muchos se rasgan las vestiduras casi a diario.
En Brasil, con la riqueza descubierta en el Presal, se detuvieron las licitaciones que tenía prevista la ANP para seguir explorando por 5 años. Argentina pasó de neto exportador a neto importador de gas natural en menos de una década, con muy fuerte impacto en su economía. Peor hablar de Venezuela, que con los recursos más grandes de gas natural de América Latina, continúa importando gas de Colombia y está abasteciendo su mercado interno con fuel y diesel oil.
Publicado en Gestión, 4 de octubre del 2013