Gobierno debe realizar plan para reactivar la economía en base a minería
Entrevista a Alfredo Thorne
Gestión, 11 de marzo del 2024
Por: Javier Artica
Entrevista. Thorne & Associates revisó al alza sus proyecciones de la economía peruana para este año: pasó de 1.7% a 2.5%. El exministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, explica los factores que llevarían a un mejor avance de la producción nacional.
Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas, asegura que el Perú tiene grandes oportunidades de recuperarse y alcanzar nuevamente un producto bruto interno (PBI) potencial de 4% o 5%, pero se necesita gatillar la inversión privada, así como una serie de reformas. En entrevista con Gestión, analiza la situación económica del país, el mercado laboral, las tareas pendientes de los ministros y el impacto del retorno a la bicameralidad.
-En Thorne & Associates, ¿han revisado su proyección de crecimiento de la economía peruana para este año?
Hemos revisado nuestras proyecciones y esperamos un 2.5% para este año. Antes (hasta febrero) estimábamos 1.7%. Aunque los números vienen mejores, todo es un “rebote” estadístico.
-¿Qué factores influyen para este cambio al alza?
Lo que nos anima es la inauguración de ocho puertos al final del año (incluyendo el de Chancay). Esto tendrá un impacto muy grande sobre la economía, incluso, para el 2025 y 2026.
Con estos proyectos en marcha podríamos convertirnos en un hub portuario. Vamos a sobrepasar los niveles de contenedores que tienen en México y Panamá. Eso atraerá a Ecuador, Colombia, Chile, Brasil para tratar de sacar sus cargas por Perú.
-¿De esa manera se viene una recuperación en la inversión privada?
Sí, pero hacia el final de este año. El impacto de la inversión privada recién se verá en el 2025. Para este 2024, calculamos un crecimiento cercano al 2% y el 2025 puede ser entre 5% a 10%.
-¿Qué sectores moverán la aguja de la economía este año?
Si el ministro Rómulo Mucho (titular del Ministerio de Energía y Minas, Minem) tiene éxito con la minería, este sector es el que más podría mover la aguja. Hay proyectos mineros con inversiones cercanas a US$ 60,000 millones. El gran problema es la tramitología, pero si el Gobierno introduce el silencio administrativo positivo y se reduce el tiempo que toma que salgan los proyectos, podríamos llegar a los niveles de producción de cobre de Chile (5 millones de toneladas métricas finas) hacia adelante.
De otro lado, este año hay ciertos sectores que van a “rebotar”. Ya se está viendo con construcción y pasará lo mismo con pesca, agricultura y manufactura.
-¿Qué se espera para el 2025?
Para el próximo año proyectamos un crecimiento de 3% para la economía. A partir del 2025 en adelante el impacto de hub portuario va a empezar a añadir crecimiento. Si a eso agregamos que el Gobierno podría lograr destrabar US$ 10,000 millones de inversión minera, esos números impulsarán un aumento del PBI. Si volvemos a los niveles de 20% a 25% de inversión privada, podríamos mirar tasas de crecimiento de la economía de 4% o 5%.
Tareas pendientes
-Hay mucha expectativa por las acciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Energía y Minas (Minem). ¿Qué tareas pendientes tienen ambas carteras?
Los dos han comentado acciones en dirección correcta. Por ejemplo, Rómulo Mucho tiene una gran labor de destrabe de proyectos mineros, pero Perú se ha convertido en un país con una tramitología muy complicada. Más allá de si existe o no voluntad de los empresarios para invertir, lo cierto es que nos demoramos más de 10 años para aprobar una inversión minera, mientras Canadá solo un año.
Entonces, el hecho de que Mucho haya hablado de la necesidad de sacar adelante a Tía María me parece un buen camino. Pero, no solo va a tener que trabajar ese proyecto, sino otros más. También reconciliar a la minería con la población en general.
-¿Qué se debería plantear para impulsar el sector minero?
Nosotros planteamos el famoso tren minero y el adelanto social para realizar una serie de inversiones en salud, educación y obras viales antes de los proyectos mineros. Esos tipos de iniciativas tienen que ponerse en debate.
Después está el grave problema de la minería informal. Enviando al Ejército y destruyendo no vamos a lograr mucho. Debemos integrarlos. Para esto, Cofide le debe comprar el oro a los mineros informales como una forma de formalizarlos, así no usan mercurio y otras cosas que dañan nuestra naturaleza.
Rómulo Mucho y José Arista deberían plantear un plan para reactivar la economía en base a la minería.
-¿En qué consistiría un tren minero?
Es un tren que va desde a Apurímac hasta puerto Matarani (Arequipa), pasa prácticamente por todos los yacimientos mineros y trae los minerales hasta el terminal marítimo de manera limpia. Además, permitirá integrar a las comunidades con la costa y sacar sus productos también hacia el Pacífico.
-José Arista, titular del MEF, comentó que tiene un plan de austeridad, ¿ese es el camino?
El camino es doble: uno es la parte tributaria y otra la de gasto. El exministro del sector (Alex Contreras) le dejó a Arista unos aumentos salariales impresionantes. Más allá de los detalles, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expuso que en el Gobierno había cerca de dos puntos porcentuales de gastos en excesos. Arista debería reducir esos gastos “inútiles” en la administración pública.
Del lado de la recaudación tributaria, tenemos una gran ventaja con la digitalización de los comprobantes de pago y facturas, eso permitiría una gran simplificación tributaria. Acabo de regresar de México y allá se está utilizando inteligencia artificial para mejorar su recaudación.
-¿Qué otro tema debe tener en agenda el MEF?
El otro tema urgente es la ejecución presupuestal. Muchos de los problemas de ejecución nacen de las reformas que se hicieron en el 2019, donde cambiaron lo que hicimos nosotros en la simplificación de la ejecución presupuestal. De hecho, las municipalidades y gobiernos regionales tenían límites para poder ejecutar.
El expremier Alberto Otárola creo la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), que de alguna manera choca con los mismos ministerios que son ejecutores y con ProInversión. La gran tarea de Arista es una simplificación de la obra pública.
-¿Cree que ANIN no cumplirá su objetivo de acelerar las obras paralizadas?
Es que la pregunta es, ¿quién es el concedente? Algo que nos pasó a nosotros, precisamente con la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios (ARCC), es que la oficina del primer ministro jamás ejecutó un proyecto. Entonces, es un poco riesgoso tener la ejecución de grandes proyectos de inversión mezclada con la negociación política.
No debería existir la ANIN. Por ejemplo, si hablamos del Tren de Cercanía, quién lo ejecutará, ¿el Ministerio de Transportes y Comunicaciones o ANIN? ANIN no tiene el expertise para diseñar esa obra.
Mercado laboral
-¿Qué plantearía como reforma laboral?
Nosotros propusimos que se converse para una política tributaria con la protección social no solo de pensiones, sino de salud, de tal manera que se pueda reducir los costos a la formalidad. Habría que realizar una reforma que permita a los informales también tener acceso a salud y otros beneficios sociales.
Hay que ver lo del seguro de desempleo. Cuando uno revisa la literatura internacional, vemos lo que realmente genera productividad es la movilidad laboral y nosotros no tenemos eso. El otro tema que es importante es que nuestros beneficios sociales están anclados en el puesto del trabajo y no en el trabajador.
-¿Este año se debería revisar un aumento del sueldo mínimo?
Estamos en una situación complicada para pensar en un aumento de salario, nuestros niveles de productividad son negativos. Hemos perdido muchos años realizando populismo económico y subir el salario mínimo lo único que hará es beneficiar a muy pocos trabajadores. Según nuestros cálculos, es cerca de 150,000.
Lo que tiene que hacer el Gobierno es crear un shock de confianza, volver a retomar los niveles de inversión del pasado y crear nuevos puestos de trabajo. Sobre todo, hay que pensar que la reforma más productiva en el largo plazo es la inversión en educación.
Bicameralidad
-¿Qué opinión tiene sobre el retorno de la bicameralidad en el Perú?
Es positivo. Tener una cámara revisora va a ayudar a darle predictibilidad a un Congreso que ha hecho tanto daño en el pasado. Usualmente, los países con dos cámaras son más estables. Los senadores tienen que ser gente bastante proba, de mayor nivel.
Lo que me preocupa es que la bicameralidad, si bien está incluyendo la reelección -que es importante para la profesionalización de nuestros políticos-, no ha venido de la mano de otras reformas.
-¿Cuáles serían esas reformas?
Por ejemplo, el impedir que personas que estén enfrentando investigaciones importantes o en juicio puedan postular (a un cargo público). Tenemos mucho de estas personas en el Parlamento. Además, el tema del fortalecimiento de los partidos políticos.
Por último, creo que hay la necesidad de sacar el llamado PASO (elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias). Todavía hay el grave problema de que vamos a tener cerca de 35 candidatos y no tenemos un mecanismo para ayudar a los electores a reducir esa oferta a unos cuantos candidatos con muy buena votación y de los cuales conozcamos sus planes de gobierno.
-¿Qué piensa sobre el reciente cambio del primer ministro?
No hay mucho cambio. La presidenta (Dina Boluarte) ha perdido una gran oportunidad. En vez de buscar a uno que tenga un gran poder de convocatoria a nivel nacional, elige a una persona muy parecida a Otárola. Además, el Gabinete no ha cambiado.
-¿Qué sectores debió cambiar?
En salud hay un ministro (César Vásquez) que no está dando la talla. En trabajo (con Daniel Maurate) no se aborda hasta ahora la agenda laboral. Agricultura (con Jennifer Contreras) es uno de los sectores más golpeado y donde más pérdida de empleo hemos visto. En el Ministerio de Producción (Produce) (con Ana María Choquehuanca) el tema de formalización es importante.