Entrevista a Alfredo Ferrero
El Comercio, 6 de abril del 2025
Christian Silva
Alfredo Ferrero señaló que si bien el sector agrícola podría verse más afectado que otras industrias, el impacto general en Perú debería ser limitado.
El embajador del Perú en Estados Unidos, Alfredo Ferrero, conversó con El Comercio al cierre de la semana. Para el representante diplomático, los aranceles impuestos a nuestro país no deberían afectar significativamente su competitividad.
-¿Cómo impactarán al Perú y al mundo las medidas arancelarias?
Primero, hay que poner este tema en el contexto actual. Es un aviso anunciado desde la época de campaña, él estaba interesado en reducir el déficit comercial de Estados Unidos con el mundo, porque tiene un déficit importante, sobre todo con países de Asia y Europa. Sin embargo, con América Latina, incluyendo al Perú y exceptuando a México, Estados Unidos tiene superávit comercial. No caemos en el supuesto del déficit americano.
Además, nuestros aranceles son bajos debido al Tratado de Libre Comercio (TLC). Gracias a éste y a la baja tarifa arancelaria, el Perú recibió el nivel de arancel más bajo, del 10%, no como otros países a los que les han puesto 35%, 40% y etcétera. Incluso, países con TLC, como Corea del Sur, que tiene 25%.

-¿Esto podría no afectar fuertemente nuestras exportaciones agrarias y textiles al mercado estadounidense?
El país recibió el arancel más bajo, por lo que no debería de afectar significativamente su competitividad. Si bien el sector agrícola se podría ver más afectado que otras industrias, el impacto general en Perú debería ser limitado. El Perú es el segundo proveedor de frutas para Estados Unidos y desempeña un papel clave en su seguridad alimentaria. Tanto Estados Unidos como el Perú reconocen que sus economías son complementarias y que, debido a la estacionalidad, el Perú suministra bienes que no se producen en ciertas épocas en el mercado estadounidense.
Se podría afectar a algunos productos agrícolas con un sobrecosto, como las paltas peruanas, porque hay mercados como México que no tendrían aranceles, porque todavía no los han impuesto. Hay otros productos que podrían tener una ventana de oportunidad, porque tendrían menos aranceles que otros países con los que tenemos productos en común.
En coordinación con nuestra Cancillería, nuestra Embajada ha presentado amistosamente una nota diplomática al gobierno estadounidense, solicitando mayores precisiones sobre estas medidas para explorar las excepciones posibles que se contemplan. Cabe resaltar que el Perú tiene una balanza comercial equilibrada con Estados Unidos.
-¿Es lo mismo con textiles?
En textiles se ha quedado con el 10% (de aranceles). Hay países como Vietnam y Tailandia que tienen aranceles mucho mayores que el Perú. Supongo que esto va a traer una serie de negociaciones bilaterales con la administración de Trump.
-¿Por qué considera que se aplicó la medida a Sudamérica si no tenemos superávit comercial con Estados Unidos?
Ha sido una política general, no solo para el Perú, sino para todos. El arancel base es de 10% mínimo para todos, es una decisión de ellos. En el caso del Perú, hay cláusula en el TLC que permiten incrementar aranceles por causas de seguridad nacional. Si está justificado o no el tema de la seguridad nacional, es cuestión de ver opiniones y tendrán que sustentarlo.

-¿Hay espacio de oportunidades para nuestro país con la medida arancelaria?
Estados Unidos mantiene solo 14 Tratados de Libre Comercio con 20 países, y Perú se encuentra entre estos socios comerciales privilegiados, lo que nos distingue de otras economías que podrían verse más afectadas por estas medidas arancelarias. Gracias al TLC, el arancel base es prácticamente 0%, lo que ha permitido que los productos peruanos se posicionen de manera competitiva en el mercado estadounidense.
El crecimiento de nuestras exportaciones dependerá de nuestra capacidad para mantener la competitividad, aprovechando este acuerdo comercial, nuestros precios atractivos, la mano de obra calificada y el conocimiento especializado, a pesar de los desafíos que puedan surgir en el entorno comercial global.
-¿Se ha conversado con el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los gremios empresariales sobre el tema?
Por supuesto, hace meses estamos coordinando permanentemente. Hace unos días tuvimos una reunión virtual con los mismos ministros, lo que da idea de la alta prioridad que este Gobierno le ha dado al tema. En la nota diplomática de la embajada de ayer (jueves) amigablemente solicitamos explicación para los aranceles. Es un tema que sabíamos que venía, lo que no sabíamos era cuál iba a ser el impacto. Asimismo, mantenemos un contacto constante con los principales gremios agroexportadores peruanos, así como con los gremios y empresas estadounidenses importadoras de productos peruanos.
-¿Se ha hablado con las oficinas comerciales de PromPerú en Estados Unidos para impulsar la promoción comercial allá?
La coordinación de la embajada es permanente con los ministerios, con Cancillería, con el Mincetur, con Midagri y también con las oficinas comerciales del Perú en Estados Unidos. Eso es parte del trabajo permanente de la embajada desde siempre. Venimos coordinando hace bastante tiempo en todos los rubros necesarios del tema de comercio e inversión.
-¿Hay preocupaciones de que se anuncien nuevas medidas arancelarias en los siguientes meses?
En esos temas no sabemos qué vendrá, pero esperamos que se tienda a negociar para ir reduciendo (los aranceles) paulatinamente. No veo un escenario donde pueda haber más aranceles en este contexto, porque yo creo que eso afectará a la misma economía de Estados Unidos.

-Como embajador, ¿han tenido reuniones con funcionarios de Estados Unidos y expresado preocupaciones?
Las reuniones con funcionarios de Estado son permanentes y a todo nivel. Tuvimos reuniones en los últimos días con altos funcionarios del Departamento de Estado y la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, el Congreso y el sector privado. Ha sido una constante de nuestro trabajo en Washington.
-Por ende, ¿también se ha expresado la preocupación de esta política arancelaria?
Por supuesto. Hemos transmitido nuestra preocupación, incluso desde antes de esto, y nuestra posición respecto de una relación bilateral que es sólida, con un intercambio comercial equilibrado para ambos países y en la que además estamos amparados bajo el TLC.
-¿Observan un mayor interés de las empresas de invertir en Estados Unidos?
Ha habido anuncios del presidente Trump sobre algunas empresas que están invirtiendo en Estados Unidos, pero sería una inversión para el mercado interno. No sé si esas industrias que se recoloquen en Estados Unidos serán buenas para exportar fuera de Estados Unidos, porque ahí podrían sufrir algunas medidas retaliatorias de aranceles de otros países.
Mientras invertir en Estados Unidos siga siendo rentable, las empresas continuarán haciéndolo, ya que responde a una lógica fundamental del mercado. Por el momento, es poco probable que esta medida altere significativamente el interés empresarial en el país. El tiempo dirá si la reindustrialización que el presidente Trump quiere lograr tendrá éxito.
-¿Hay seguridad jurídica para las empresas en Estados Unidos?
Sí, Estados Unidos es un país democrático y que tiene seguridad jurídica. Además, tiene un gran mercado. Es un elemento claro de que las compañías quieren hacer negocios con Estados Unidos.
El país sigue ofreciendo un marco legal sólido y predecible para los negocios, a pesar de estas medidas comerciales poco convencionales.

-¿La medida de aranceles tiene fines recaudatorios o apunta a que Estados Unidos negocie con otros países?
Según la administración Trump, la medida busca reequilibrar las relaciones comerciales con sus socios. Se trata de una estrategia con un fuerte componente político más que económico. A corto plazo, puede funcionar como una herramienta de negociación, pero en el mediano y largo plazo la imposición de este tipo de aranceles no parece sostenible. La liberalización de la economía es la mejor política para fomentar el comercio y el crecimiento económico.
Los aranceles son un mecanismo recaudatorio per se. Eso permite reducir la balanza comercial negativa y también reducir su déficit fiscal. No sé si alcanzarán para reducir el déficit fiscal en forma sustantiva, pero es un esfuerzo más en este sentido.
-¿Es posible que estos ingresos puedan compensar eventuales medidas tributarias como las propuestas de exención o reducción de impuestos en Estados Unidos?
Es poco probable que los aranceles impuestos bajo la nueva política comercial de Estados Unidos logren cubrir por completo las reducciones o exenciones de impuestos propuestas. Aunque estos aranceles aumentarán la recaudación, su impacto puede ser limitado. No por recaudar más las industrias locales se hacen más competitivas para el mercado internacional.
Primero, la cantidad de dinero que se recaude dependerá de cuántos productos importados se vean afectados y de si las empresas y consumidores siguen comprándolos al mismo ritmo. Segundo, los ingresos por comercio exterior representan solo una pequeña parte del presupuesto de Estados Unidos. Si los aranceles encarecen los productos importados, es posible que la demanda baje, reduciendo también la cantidad de impuestos recaudados.
-¿Considera que estas tasas arancelarias podrían mantenerse luego de culminada la administración de Donald Trump?
Para empezar, la administración acaba de llegar. ¿Qué es lo que hará la siguiente administración a partir de que concluya el mandato de Trump y quién sea el presidente? Es muy prematuro todavía hablar de eso.