Alfonso Grados Carraro, Ministro de Trabajo
Gestión, 5 de enero de 2017
El principal objetivo laboral propuesto por el presidente Kuczynski en su plan de Gobierno y adoptado como eje prioritario de nuestra gestión, desde el Ministerio de Trabajo es bastante ambicioso: duplicar la formalidad laboral en los cinco años de Gobierno.
Las cifras preliminares del INEI indican que cerraremos el 2016 con un nivel muy bajo de formalidad bordeando el 29 %, por tanto, la tarea es elevar ese valor a casi 60% al concluir el 2021. Aun excluyendo de estos cálculos al trabajo agropecuario tradicional (muy difundido en nuestras zonas rurales), la cifra de formalidad laboral vigente sube únicamente al 37.4 %, lo cual nos mantiene alejados de la meta propuesta y a la zaga de nuestros países vecinos.
¿Qué implica que un trabajador labore en la informalidad? Principalmente, que no cuenta con acceso pleno a la seguridad social (seguro de salud, pensión de jubilación) y que no goza de una adecuada cobertura de sus derechos laborales, entre otras limitantes a su desarrollo sociolaboral. Como resultado tenemos trabajadores poco productivos, sin línea de crecimiento, desprotegidos y hasta explotados.
Un 65 % de nuestros trabajadores laboran en estructuras de muy baja productividad con poco acceso a la tecnología o a la capacitación, llá- mense microempresas de 10 o menos trabajadores, labores independientes no técnicas ni profesionales o trabajadores familiares no remunerados. En este contexto, la informalidad casi condena al trabajador a una precaria generación de valor agregado, con bajos niveles salariales. Más preocupante es constatar que el 80 % de los jóvenes que ingresan al mercado laboral lo hacen en la informalidad, de la cual les es muy difícil salir.
El reto de la formalización es grande: la PEA ocupada al 2016 es 16.1 millones de trabajadores, de los cuales 4.7 millones son formales. Dado que la proyección de la PEA ocupada al 2021 es 17.5 millones, el cumplir con la meta planteada obliga a que para esa fecha, 10.4 millones de ellos sean formales. Ello implica aumentar en 5.8 millones de puestos registrados como formales y reducir los informales en 4.2 millones durante el quinquenio.
Dado que el 25% de los puestos informales se encuentran hoy “camufl ados” dentro del sector formal de la economía, una estrategia efectiva debe incluir la focalización de esos núcleos para impulsar los ajustes que faciliten la contratación adecuada y en paralelo fortalecer la inspección laboral para priorizar campañas de prevención correctiva y eventual sanción.
Es también imprescindible dinamizar la generación de nuevos puestos de trabajo en nuestra economía, proceso que se ha visto mermado en los últimos años: entre el 2002 y el 2006 se crearon 364,000 nuevos puestos por año; entre el 2007 y el 2011 este promedio se redujo a 325,000; en los últimos cinco años la reproducción de empleos cayó a solo 153,000 por año. Planifi camos que con el destrabe e infl ujo de nuevas inversiones, con el impulso a sectores intensivos en mano de obra y con incentivos a la contratación de trabajadores y a la formación de empresas, se generarán por lo menos 1.5 millones de nuevos puestos en el próximo lustro. Esta recuperación en la demanda laboral contribuirá a la formalización toda vez que la mayoría de puestos se generarían en sectores competitivos de la economía.
El fortalecimiento de este proceso de formalización pasa obligatoriamente por su inserción en el marco de una reforma integral que revise los diversos regímenes laborales vigentes buscando su simplifi cación e integración, aligere el ciclo de contratación/desarrollo/fi nalización de la relación laboral, dimensione los sobrecostos y trabas burocráticas para bajar cargas excesivas y aplique incentivos para fomentar la empleabilidad formal.
Estaremos presentando en pocas semanas ante el Consejo Nacional de Trabajo una propuesta de reforma para su revisión, debate y sociabilización, pues queda claro que si no atacamos y resolvemos esta problemática desde sus raíces cualquier intento de crear empleo digno y sostenido para más peruanos no dejará de ser simplemente una buena intención.