Por: Alfonso Bustamante Canny
Perú21, 17 de febrero de 2021
Qué duda cabe de que, además de la crisis sanitaria y económica, vivimos una aguda y prolongada crisis de valores, donde la ética y la moral son conceptos borrosos para gran parte de la población, y para los políticos que nos gobiernan, son líneas que se transgreden sin miramientos ni preocupaciones. Recuerdo la irónica parodia con la que los geniales “Chistosos”, dirigidos por Guillermo Rossini, imitaban a un ministro diciendo: “Si me chapan (robando)… devuelvo pe”; también la triste resignación del elector “…roba, pero hace obra” es una muestra de esta crisis de valores generalizada en el Perú.
Voy a referirme al penoso escándalo de las vacunas. No es raro que quien está al mando del país esté en el primer grupo de vacunados, lo mismo va para la capitana del barco de la salud, quien hizo alarde de valentía y solidaridad con su equipo, ocultando que llevaba un mes vacunada.
El hecho de que las vacunas se encontraban aún en fase 3 y previas a la aprobación de la autoridad sanitaria impedía que el primer mandatario y su gabinete sean inoculados con la vacuna experimental. El mandatario sustituto Vizcarra prefirió enfrentar la situación con mentiras y engaños, acostumbrado a saltarse las reglas del Estado que él dirigía. Quedará por determinar si la selección de la vacuna china estuvo influenciada o condicionada por la vacunación selectiva previa. También si el retraso en la adquisición de las vacunas se debió a este inusual requerimiento. Si quedaba alguna duda sobre su incapacidad moral, con esto quedó despejada.
La alianza de Vizcarra con Daniel Salaverry para candidatear como congresista por Somos Perú confirma sus ya inoperantes (*) intenciones de evadir la justicia peruana por el evidente caso de corrupción en complicidad con Obrainsa, delatado por los directivos de esta y confirmado por su amigo y aspirante a colaborador eficaz José Hernández, quien acompañó a Vizcarra desde el Gobierno Regional de Moquegua al Ministerio de Agricultura.
¿Por qué Somos Perú acoge a un candidato cuestionado y probadamente mentiroso? ¿Será porque sus dirigentes piensan que “… roba, pero tiene popularidad”? Veremos qué hace Daniel Salaverry con este dilema ético entre manos. Seguro, no hace nada, más de lo mismo.
Por otro lado, vemos a Abimael Guzmán agradeciendo al candidato presidencial Yonhy Lescano por sus dignos oficios en su libro De puño y letra. El candidato deberá explicar la cercanía con el cabecilla terrorista.
(*) El Congreso eliminó la inmunidad parlamentaria.