«Las cabezas de los grupos económicos, deberían involucrarse en política a través de los gremios»
Entrevista a Alfonso Bustamante Canny
Perú21, 17 de marzo del 2025
El expresidente de Confiep hace un balance de su trabajo en la organización. Si bien descarta entrar a la política, afirma que los empresarios deben hacerla a través de sus gremios. Bustamante Canny, revela la nueva incursión del holding que gestiona: el bitcoin.
Alfonso Bustamante Canny asegura estar agradecido por la oportunidad de haber representado al sector empresarial del país. Sostiene que las cabezas de los principales grupos económicos deberían involucrarse en política a través de los gremios. En esta entrevista hace un balance de su paso por Confiep y brinda luces de sus próximos planes.
¿Cómo califica la experiencia de su paso por Confiep?
Lo que siento después de dos años de trabajo intenso es agradecimiento al sector empresarial por haber depositado en mí la confianza de representarlos. Tomé este encargo con tremenda responsabilidad y ha sido una experiencia muy buena. También agradezco a los accionistas y a los socios de mi grupo económico, que me permitieron asumir dos retos a la vez. Soy cabeza de CFI Holdings y al asumir Confiep adquirí dos responsabilidades que no podía descuidar. Además, quiero hacer un reconocimiento al extraordinario equipo que conforma Confiep. Es un grupo de ejecutivos y trabajadores cuyo principal motor es la certeza de que su labor tiene un gran impacto en todos los peruanos. Estar en Confiep me ha permitido dedicarme y conocer más profundamente los problemas del Perú.
¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta nuestro país?
Siempre he creído que, para que nuestro sistema productivo se mantenga y siga creciendo, necesitamos hacer que el desarrollo y el bienestar alcance a todos los peruanos. Si bien los peruanos han experimentado un mayor bienestar gracias al incremento de ingresos, lo que se refleja en la reducción de la pobreza monetaria, la pobreza multidimensional es mucho mayor. De hecho, más que duplica la pobreza monetaria y, en esencia, es responsabilidad del Estado. Esta incluye aspectos como la infraestructura social, la seguridad y la educación, en las que radican las principales fallas. Por ello, más allá de la crítica, era necesario ser proactivos.
¿De qué manera su gestión llevó a Confiep a ser proactiva?
En estos dos últimos años en Confiep, hemos enfocado la gestión en ser propositivos respecto a cómo cerrar las brechas sociales, de infraestructura, de educación y de capacidades de los trabajadores para generar un verdadero cambio. En ese sentido, hemos desarrollado una serie de propuestas, lo que me permitió viajar mucho a las regiones, establecer alianzas con las cámaras de comercio y encontrarme con personas extraordinarias. En la Asociación Pyme Perú conocí gente espectacular, verdaderos “tigres del desarrollo”, dispuestos a competir de igual a igual con los mercados asiáticos en la producción de bienes que hoy importamos. Un ejemplo es Julio Surco, proveedor de equipamiento para restaurantes. Como él, hay muchos más.
Comentó la necesidad de crecimiento del sistema productivo para brindar bienestar a los peruanos. ¿Cuál es la relación?
El crecimiento económico es la forma más eficiente que tenemos para abordar la lucha contra la pobreza. En cualquier sector de la economía, a medida que las empresas crecen, invierten más, contratan más personal y generan mayor valor para los ciudadanos, los proveedores y, en general, para todos, incluido el Estado, que se lleva el 30% de las utilidades. El Perú es un país con enormes posibilidades. Sin embargo, la discusión política gira en torno a derechas o izquierdas. Creo que ese debate es hasta ocioso. Lo que realmente necesitamos son gobiernos y Estados con capacidad de gestión, y eso es precisamente lo que hemos visto que nos ha faltado en los últimos años.
¿Hacia la resolución de qué problemas se enfocaron sus propuestas?
Hemos elaborado una serie de propuestas identificando dónde están los cuellos de botella, por qué no se cumplen los presupuestos, y planteando soluciones a la pésima regionalización, un proceso mal ejecutado en gran parte por responsabilidad de Alejandro Toledo. Lo que debimos hacer fue establecer cuatro macrorregiones: sur, norte, centro y oriente, además de la Amazonía, que requiere una atención especial debido a su vasto territorio y a la complejidad de equilibrar su desarrollo. Sin embargo, no se hizo nada. Han pasado más de 20 años desde el inicio del proceso de regionalización y el resultado ha sido un desastre que ha empobrecido a las regiones en lugar de impulsarlas. Por ello, planteamos propuestas para mejorar la regionalización.
¿Qué otras propuestas plantearon?
Además de la regionalización, trabajamos en propuestas sobre infraestructura y planes de desarrollo. Como resultado, dejamos un manual con iniciativas para el desarrollo, elaborado en conjunto con el Instituto Peruano de Economía, bajo el patrocinio de la CAF. Nuestra intención es que este documento sirva de base para los 14 o 15 meses que le quedan a este Gobierno, pero, sobre todo, buscamos que sea una referencia para la elaboración de planes de gobierno en las elecciones de 2026. Esperamos que los candidatos estudien estas propuestas, ya que todas apuntan a construir un país más justo, más desarrollado, donde se premie el talento y el trabajo, y se promueva la competitividad. Ese es el legado que dejo y me siento contento con ello.
¿Le interesaría participar en política cómo lo hizo su padre?
Mi padre es un empresario a quien admiro mucho y de quien he aprendido los buenos valores. Tuvo un paso por el servicio público en años críticos para el Perú, los años de la transformación. No tengo interés ni aspiración de ser político. Creo que el empresario tiene un rol muy importante y que la mejor forma de hacer política es como lo he hecho en los últimos dos años, siendo la bisagra entre el sector público y el privado, siendo propositivo, insistiendo y marcando la pauta. Estoy convencido de que los empresarios, especialmente las cabezas de los grupos económicos, deberían involucrarse en política a través de los gremios. Por supuesto, hay excepciones. Roque Benavides es una de ellas. Él es un magnífico empresario que se compromete activamente, sin miedo y con una fuerte presencia en la vida política.
¿En qué concentrará su tiempo?
Estoy muy concentrado en el crecimiento de las empresas que me toca dirigir. Me gusta lo que hago porque generamos impacto. Nuestro grupo empresarial está centrado principalmente en dos áreas y estamos incorporando nuevas líneas de negocio. Nos enfocamos en la alimentación saludable para el mundo y en energía limpia y eficiente. Creo que son dos sectores con un enorme potencial, porque responden a necesidades fundamentales y en constante demanda. También el desarrollo en el sector energético nos llevó a incursionar en data centers. Hay muchas oportunidades para crear bienestar que trae el empresario, y es ahí donde me quiero enfocar.
¿Cuáles son los avances de Agrícola Cerro Prieto?
Cerro Prieto es una empresa productora, empacadora, exportadora e importadora. Recientemente, estamos entrando en la distribución en los mercados de destino, integrando así la empresa verticalmente. Trabajamos con tres productos principales: arándanos, paltas y espárragos. Nuestro objetivo es ofrecer estos productos durante las 52 semanas del año. Para lograrlo, hemos diversificado nuestras áreas de producción. En el caso de las paltas, iniciamos en Chepén, en el valle de La Libertad, donde la producción se concentra en una época específica del año. Actualmente, estamos expandiéndonos hacia la zona central del país, donde la cosecha se da algunas semanas después de la del norte, permitiéndonos extender nuestra oferta.
¿Cómo en esta expansión encaja Qali Fruits?
Qali Fruits es una empresa del grupo ubicada en la irrigación Santa Rosa, que está próxima a Lima. Vimos una gran oportunidad en la demanda de mano de obra de la zona, que alcanza su punto máximo entre junio y agosto, coincidiendo con la cosecha de cítricos y paltas. Sin embargo, el resto del año esta demanda caía drásticamente hasta el 10%. Ahí identificamos la posibilidad de introducir un cultivo con demanda de cosecha entre septiembre y febrero. Aprovechando esta ventaja, comenzamos a ofrecer a los agricultores el alquiler de sus tierras bajo contratos de largo plazo para sembrar arándanos. Nosotros cultivamos arándanos de nueva genética en macetas, sin utilizar los suelos. En ese lugar también hemos instalado la primera planta de empaque, cubriendo no solo nuestras necesidades, sino también ofreciendo servicios de maquila a nuestros vecinos y promoviendo la asociatividad para exportar juntos.
¿Cuáles son los planes en el negocio de energía?
En el área de energías renovables, contamos con un complejo de hidroeléctricas, solares y baterías inteligentes. Somos el primer complejo de energía renovable en el Perú y, posiblemente, en Sudamérica. Actualmente, estamos en vías de construcción de una central eléctrica aguas abajo de la que tenemos, además de reforzar una segunda central hidroeléctrica aislada en la sierra de Cañete. También estamos evaluando la instalación de un parque solar en Cerro Prieto para generar energía destinada al autoconsumo.
Han incursionado en el mundo de bitcoin con los data centers…
Hace unos años existía un problema en el sector eléctrico, que establecía que la energía no contratada a largo plazo se retribuyera a valores ínfimos, muy por debajo de los costos de producción. Ante esta situación, comenzamos a desarrollar data centers que aprovechan esta demanda para minar bitcoins. Así ingresamos al negocio del bitcoin a través de su producción, convirtiéndonos en la primera empresa en el Perú con data centers dedicados a esta actividad. Hoy en día operamos tres data centers de generación en el país y seguimos creciendo año tras año, siempre con energía renovable.