Alfonso Bustamante
Perú21, Suplemento Especial – 24 de noviembre del 2025
Los peruanos tenemos un espíritu emprendedor innato, que se ve reflejado en la creatividad, el entusiasmo, el optimismo y las capacidades para hacer negocio. Durante y posterior a la pandemia, hemos visto como miles de peruanos iniciaron sus emprendimientos como una respuesta a los desafíos que se presentaban, ya sea por la dificultad de encontrar un empleo formal o por recibir remuneraciones insuficientes, o simplemente por el deseo de iniciar un negocio propio. Se estima que 3 de cada 5 emprendimientos se crearon durante este periodo de tiempo.
De acuerdo con el Ministerio de la Producción (Produce), los emprendedores son aquellos empleadores o independientes que tienen a cargo trabajadores familiares. Al cierre de 2023, el Perú contaba con 3.3 millones de micro y pequeñas empresas lideradas por ellos. Una encuesta de Ipsos Global Advisor señala que nuestro país es el cuarto con más emprendedores en el mundo, un resultado que evidencia este espíritu emprendedor del peruano, sin embargo, también refleja deficiencias en el mercado laboral nacional que no permiten capturar toda la oferta de trabajo disponible.
El emprender es una herramienta para mejorar las economías familiares en el Perú. Por ello es fundamental que se aborden los diversos desafíos que este segmento presenta, siendo el principal problema por atender, el tránsito a la formalidad.
Debemos comprender los beneficios que trae la formalización. Le permite a los emprendimientos tener mayores oportunidades de éxito en el largo plazo Permite accederá financiamiento con mejores tasas de crédito, acceso a nuevos mercados, beneficiarse de programas de apoyo, ser proveedor del Estado, contar con protección legal en caso de disputas comerciales, capacidad para innovar, y la posibilidad de internacionalización, de forma que el emprendimiento pueda crecer a lo largo del tiempo. Se estima que 9 de cada 10 emprendedores informales desea formalizarse.
Según cifras de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), el 86% de las micro y pequeñas empresas operan en la informalidad; mientras que, según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), el 91% de trabajadores independientes es informal. Estas estimaciones nos permiten tener una imagen del grado de informalidad que existe en el segmento de emprendimientos.
Hay diversos motivos que explican el alto nivel de informalidad, uno de ellos son las barreras burocráticas, así el 61% de los emprendedores considera difícil obtener una licencia municipal; mientras que, el 60% menciona los trámites y permisos como obstáculos importantes. Otros motivos son los altos costos asociados a la formalización, que los ingresos percibidos sean insuficientes, la falta de confianza en las instituciones, o la falta de cultura empresarial.
Para promover el tránsito a la formalidad se necesita una estrategia clara de parte de las instituciones responsables. Realicemos un análisis de los permisos por los que se debe transitar en todo el ciclo de negocio, a fin de determinar lo que es necesario y lo que no. Revisemos los costos asociados a la formalización y evaluemos ajustes. Este esfuerzo debe ser continuo y permanente para tener una simplificación administrativa eficiente. Así también, se debe difundir información relacionada con los regímenes tributarios especiales y sus beneficios. Acompañar a los emprendimientos para asegurar su sostenibilidad en el tiempo es clave.
Queda claro que existe un amplio espacio para implementar mejoras en el ambiente de negocios que facilite la consolidación y crecimiento de los emprendimientos nacionales. Estas iniciativas representan una parte importante en el tejido empresarial peruano y, a veces, la única fuente de ingresos para muchas familias.