Entrevista a Alfonso Bustamante
El Comercio, 23 de julio del 2024
María Rosa Villalobos
El presidente de Confiep, Alfonso Bustamante, habla sobre las propuestas que el gremio hizo públicas hoy, el crecimiento de la inversión privada, el desempeño de los ministros y lo que se espera del mensaje presidencial.
Alfonso Bustamante, presidente de Confiep, explica en esta entrevista las 80 propuestas que el gremio publicó hoy, con la esperanza de que puedan ser aplicadas fácilmente por el Gobierno Nacional, los gobiernos regionales y locales. Sobre el mensaje presidencial, asegura que los peruanos necesitan empleo digno y seguridad, y considera que un potencial anuncio de la subida del sueldo mínimo no sería oportuno.
Han desarrollado, junto a sus 23 gremios empresariales asociados y también cámaras de comercio, una propuesta de alrededor de 80 iniciativas respecto a cierre de brechas, aumento de competitividad, lucha contra la inseguridad, generación de empleo formal, reforma política, entre otros. Esta no es la primera vez que Confiep presenta un documento como este. ¿Qué lo hace diferente?
Este es un documento consensuado. Hemos ordenado la información en tres ejes. El primer eje es el cierre de brechas y aumento de la productividad; el segundo, la lucha contra la inseguridad y la generación de empleo; y el tercer eje, competitividad y reforma política. Esto es lo que lo hace diferente. Se trata de un análisis de la problemática que brinda soluciones pragmáticas y realistas para que puedan ser aplicables con el menor costo político posible por el Gobierno Nacional, el Congreso y los Gobiernos Regionales. Hemos publicado este documento, porque como es costumbre en nuestro aniversario patrio, el Jefe de Estado da un discurso y hace una revisión anual de lo que ha sucedido y de sus de los logros. Hace también promesas con respecto al siguiente año. Lo que tenemos en el documento son propuestas buenas, alejadas del populismo y enfocadas en lo que se puede realmente hacer. Son propuestas que tendrán impacto. Lo que queremos es que la agenda nacional esté enfocada en las personas.
-Sobre la reforma política, hay tres puntos importantes en el documento, siendo uno de ellos el financiamiento privado. ¿Proponen regular el financiamiento formal privado de partidos políticos?
Así es, exactamente. Y es lo lógico, porque al no estar adecuadamente regulado esto y al no permitir el financiamiento privado, uno se expone a que el financiamiento de las campañas provenga de las economías ilegales. Queremos que toda el financiamiento brindado a campañas pueda ser expuesto, que se permita el financiamiento a campañas por parte del sector privado, para que de alguna forma se pueda competir con el financiamiento ilegal. Pero más allá de eso, lo que estamos proponiendo es que se haga una fiscalización de fuentes y usos de los fondos de campaña. El partido político debería dar cuenta de dónde salieron los fondos que está usando para tal o cual cosa, y que esto sea auditado por terceros, por firmas de auditoría.
-¿Esto también en aras de evitar situaciones como el caso Cocteles, que envuelve a Confiep?
En realidad, Confiep nunca estuvo involucrada en el Caso Cocteles. Ahí se trata de una imaginación de un grupo de fiscales y parte del Poder Judicial, puesto que la campaña que hizo Confiep fue una campaña de promoción a la inversión privada. Y no solo eso. Confiep es receptor de donaciones por el Estado, emite certificados de donaciones. Esto es un pacto que tiene Confiep con el Estado peruano, como muchas otras ONG o fundaciones que pueden utilizar esos fondos para lo que sea de su competencia. Yo no participaba en Confiep en esa época. He revisado todos y cada uno de los spots de campaña, que básicamente se resumen en: “con la agricultura se generan más y mejores puestos de trabajo. La agricultura ayuda a que el peruano viva mejor”. Con la minería y el comercio exterior pasa lo mismo. Se trató de una campaña de la que se dio cuenta hasta el último centavo, no fue un aporte de campaña disfrazado. De hecho, cuando inició la campaña no habían candidatos, no se hizo en época electoral sino mucho antes. Y, continuó con los mismos spots en la época electoral.
-Dejando la reforma política, en el documento hay propuestas dirigidas al sector salud, con el fortalecimiento de Essalud, por ejemplo; vivienda, con la lucha contra el tráfico de terrenos; educación, con el fomento a la meritocracia; transporte y comunicaciones, con puertos, Internet y actualización del parque automotor. También hay propuestas referidas a agricultura, pesca y minería. ¿Podría resaltar dos propuestas, las dos principales?
Es difícil agarrar solo dos porque es un compendio. Nos ha tomado meses desarrollarlo, de manera tal –además–, que se pueda hacer casi ‘copy paste’ para promocionar un proyecto. Quisiera resaltar las iniciativas que tienen el impacto más inmediato. Hoy día los principales problemas que aquejan al Perú son la inseguridad, el crecimiento de la economía, y en el mismo peldaño se pelean salud y educación. En el sector salud, por ejemplo, hay propuestas relacionadas a EsSalud. En el caso de esta institución, hay que comenzar ordenando la casa, su Junta Directiva (JD). La JD es una institución privada, porque vive exclusivamente de los aportes de los empleadores y no está dentro del ámbito del Fonafe. Aunque no es una empresa estatal, la administra el Estado a través del Ministerio de Trabajo (MTPE). El MTPE es el que nombra al presidente del Directorio, una figura plenipotenciaria. A pesar de que hay nueve miembros en la JD, solamente el presidente tiene la facultad de nombrar un gerente, despedirlo, aprobar o no presupuestos, decidir compras. Ahí está la madre del cordero. Este sistema se aleja de los principios de buena gobernanza y lo que proponemos es que esto cambie a un buen gobierno corporativo. Y es que, además, la JD de nueve miembros tiene tres representantes del sector trabajador, tres representantes del sector empleador y tres representantes del Estado. Debería ser la propia JD la que tenga las atribuciones, como cualquier otra junta en una empresa privada. Ellos tienen que responder a los accionistas, que en este caso son los trabajadores. En el sector salud, este es nuestro mayor pedido […] El principal moroso de EsSalud es el Estado. Primero, arreglemos la gobernanza y las finanzas. Y después tiene que haber esta intercambiabilidad. No sabemos cuánto cuesta una operación de apendicitis. Si cuesta más hacer una operación en El Hospital Rebagliati que en una clínica privada, que los fondos no sirvan para pagar a la clínica privada por esa operación, en vez de que el asegurado se quede sin operar. No necesitamos más hospitales de alta complejidad, sino resolutivos, de atención primaria. Hemos identificado que hay un déficit de 262 hospitales primarios. Tenemos también propuestas sobre las compras de medicinas. Hay propuestas de alianzas con farmacias para repartir medicinas a pacientes con enfermedades crónicas.
-En el documento también hay propuestas relacionadas a inversión privada. Este último fin de semana, El Comercio publicó un informe del IPE en el que se indicaba que la inversión privada habría crecido en el primer semestre solamente 1%. ¿Considera que el avance pudo ser mayor?
Por supuesto que sí. Solamente en minería tenemos US$30 mil millones de inversión privada que está detenida por razones ajenas a las empresas. En el resto de sectores existe una realidad muy parecida, quizá más atomizada. Pero, la complejidad administrativa y las demoras de aprobaciones las tenemos hoy en día. Nuestra propuesta trae simplificación administrativa. De ninguna manera pretendemos bajar el rigor que deba tener la supervisión del Estado, pero el Ejecutivo ha olvidado que su principal rol es el promotor y después, el fiscalizador. Si no promueves inversiones, no tienes a quien fiscalizar. Primero hay que promover y después fiscalizar.
-¿Diría que en los últimos 365 días, la articulación con el Ejecutivo ha mejorado?
Ha venido mejorando la articulación. El Ejecutivo no es enemigo de la inversión ni el desarrollo, como sí lo era el gobierno de Pedro Castillo. Sin embargo, este gobierno tiene mucha dificultad para ejecutar, para lograr hacer realidad sus intenciones. Por ello, nuestro documento busca realmente ser una herramienta de ayuda para el Ejecutivo, principalmente, pero también para los gobiernos regionales y locales.
-¿Cómo evalúa el desempeño de los ministros en las carteras que están incluidas en esta propuesta? Hablemos del MTC, del MEF, de Vivienda.
Creo que son mejorables y perfectibles, porque claramente no vemos que se hayan desarrollado los proyectos con la velocidad que el país requiere. Vivienda, por ejemplo, tiene a una magnífica ministra, pero también problemas internos para que le aprueben sus presupuestos. Un proyecto de alto impacto en ese sector es la vivienda social. En el Perú tenemos algunas normas que son de clase mundial y que nos copian otros países, como Techo Propio. ¿El subsidio es malo? No necesariamente. El subsidio no es malo cuando está dirigido y focalizado en el poblador vulnerable que busca tener una fuente de financiamiento. Además, el subsidio no es malo si hay verdado impacto social. Así también, el Fondo de Vivienda tiene un un altísimo impacto. Uno de los grandes problemas que tenemos en el país es que la expansión de las ciudades y pueblos la determinan los traficantes de tierras. Usan suelo ilegal en zonas donde es difícil tener acceso a las redes eléctricas, agua, transporte. Ese sobrecosto al final lo paga el ciudadano y el Estado.
-¿Han conversado con algún ministro para aterrizar estas propuestas?
Sí. Le enviamos el documento al premier y a los ministros. Tuvimos una reunión hace poco más de un mes y medio en la que esbozamos el plan. Les enviamos primero un borrador, y luego hemos seguido trabajando en su desarrollo para que se les haga fácil la implementación. En eduación también tenemos varias propuestas […] Hay que ser optimistas, porque hay cosas que lo ameritan. El Perú es el segundo productor de cobre en el mundo y podría ser el primero. Estamos viviendo un superciclo en la minería del cobre. Esto requiere que nos pongamos las pilas, porque así como vienen los súper ciclos, se van. […] Y el megapuerto de Chancay es otro tema que tenemos que aprovechar. Lo que podemos hacer es crear las Zonas Económicas Especiales (ZEE). ¿Por qué no pensar en poner plantas ensambladoras de BYD o de Huawei en una zona especial para atender a las Américas desde acá? Eso es lo que también ha aprovechado México con los Estados Unidos. Realmente nosotros podemos un ‘hub’. Hay que ser optimistas.
-¿Optimistas críticos o simplemente optimistas?
Por lo general somos más críticos que optimistas. Creo que el pensamiento crítico es fundamental para el desarrollo. Ir cantando canciones por el mundo sin sustento no tiene ningún sentido. El optimismo que tenemos hoy día es un optimismo que está sustentado en algunas situaciones como las que he mencionado.
-¿Situaciones ajenas a la gestión del Ejecutivo?
Bueno, no todas. Por ejemplo, si se desarrollan las ZEE, sería algo bueno. Son de cero costo político. Creo que en el viaje a China, la presidenta puede haber condicionado algo de eso. Se ha entendido la importancia del comercio exterior para un mercado tan pequeño como el peruano. Si queremos desarrollarnos, tenemos que mirar al mundo. Tenemos un Ministerio de Comercio Exterior que funciona muy bien desde hace ya un tiempo. Tenemos las energías modernas y las energías convencionales. Hemos sido bendecidos por el gas, por la hidroenergía a través de la Cordillera de los Andes, tenemos viento y radiación solar. Ser energéticamente competitivos y limpios es una ventaja competitiva tremenda en el mundo actual.
-Estas 80 propuestas y en general, todas las iniciativas que buscan cerrar el cierre de brechas tienen un costo. Se acaba de aprobar un crédito suplementario de S/3 mil millones. ¿Preocupa el dinero que está gastando el Estado?
Más que el dinero gastado, –en su momento hemos sido críticos del déficit–, creo que si el tema se explica bien y si ese dinero está bien ejecutado para el cierre de brechas, es un déficit temporal. Lo que sí nos preocupa es la calidad del gasto. Vuelvo a nuestra propuesta, que requiere de presupuesto, pero que se puede financiar con concesiones. Tenemos un déficit de US$120 mil millones y no tenemos dinero suficiente. Nuestros ahorros son un poco más de la mitad de eso. Si fuéramos a hacer todo con ahorro público, nos quedamos en cero. También hemos propuesto mejoras a la Ley de Obras por Impuestos. […] Otro tema es la agricultura moderna, que en gran parte se dedica a la exportación. Este sector ha requerido atraer inversión privada como nunca se ha visto. Del 2020 en adelante, se incorporaron 220.000 hectáreas de terrenos eriazos y se convirtieron en terrenos productivos. Eso genera US$11 mil millones de exportaciones y un poco más de 1 millón y medio de puestos de trabajo.
-¿Se debería aprobar la nueva ley agraria?
Sí, es muy necesaria. Las leyes hay que medirlas por su eficacia y no por sus intenciones. Lamentablemente eso no lo ha entendido el Congreso, que canceló abruptamente la Ley de Promoción Agraria. Lo que hizo fue endurecer las condiciones y poner una bonificación especial para el trabajador agrario. Pero, el trabajador agrario hoy día tiene una remuneración mínima vital 30% mayor a la de cualquier otro sector. Esos derechos laborales son incuestionables, no se puede pensar en quitarle a un trabajador un derecho que ya tiene. El tema de la ley y tres campañas seguidas con el Fenómeno del Niño han puesto al sector en una situación muy delicada, con lo cual difícilmente haya quien vaya a pagar impuestos. Las empresas no tienen utilidades y más bien muchas compañías formales han migrado a la informalidad, han cerrado o están a la venta. Es importante proteger al sector, a la empresa y sobre todo a los trabajadores.
-¿Qué mensaje no puede faltar en el discurso presidencial este 28 de julio? El presidente del Consejo de Ministros ha comentado que no habrá ningún cambio en el Gabinete. ¿Debe haber alguno?
No me corresponde a mí decirlo. Creo que el Gabinete no es el problema que tiene el Perú. El problema que tenemos ahora es la efectividad para ejecutar proyectos. Lo que no puede faltar en el Mensaje de la Nación es que se ponga a la persona en el centro de la agenda nacional. ¿Qué necesitan los peruanos? Necesitan empleo digno y seguridad.
-¿La subida del sueldo mínimo sería un anuncio oportuno?
Me parece que no es un anuncio oportuno, puesto que el sueldo mínimo es algo que se debe discutir técnicamente y no políticamente. Realmente son malas noticias cuando escuchamos a algún político aprovechar una vitrina para anunciar sin previo análisis, sin previa discusión, temas como el sueldo mínimo. El sueldo mínimo se ha utilizado mucho cuando los políticos están contra las cuerdas porque suena muy bonito, pero en realidad el sueldo mínimo solamente le alcanza a un 24%-27% de la población laboral. Nada más. ¿Qué pasa con ese otro 75%-76%?
-Habrá una nueva mesa directiva. ¿Qué mensaje le dejaría a estas nuevas autoridades?
Bueno, el mismo. Hay que pensar en las personas en el largo plazo y no en sus escaños o sus votos. En la Comisión de Trabajo, por ejemplo, hemos visto una gran cantidad de iniciativas destructivas de los puestos de trabajo. Pareciera que son enemigos de los trabajadores, pareciera que quieren ver a todos los trabajadores en el sector informal. El mensaje para la nueva mesa directiva es que tienen una gran responsabilidad. Pueden cambiar la historia del Perú. Ojalá este Congreso, en su último tramo, quiera pasar a la historia no por la corrupción y los abusos, sino más bien porque lograron destrabar proyectos, promover inversiones y generar puestos de trabajo, desarrollo y bienestar para el Perú. Para ellos también va nuestra propuesta.