Alejandro Pérez Reyes, CFO de Credicorp
El Comercio, 15 de octubre del 2024
“La participación en la construcción y difusión de ideas es, en sí, un compromiso con conseguir los cambios que necesitamos”.
Si bien sabemos lo valiosa que puede ser la di fusión y discusión de ideas, algunos suelen considerarlas como ociosa se inútiles cuando se les compara con las acciones y es cierto. Muchas veces los mejores de nuestra realidad, las mejores teorías sobre cómo combatirlos problemas de nuestro día a día y las iniciativas más creativas para implementar soluciones pueden nacer y morir en los foros donde se conciben.
Sin embargo, el rol de las ideas en el desarrollo de la sociedad es determinante. En “El poder de las ideas”, libro que colecciona sus ensayos, Isaiah Berlin lo explora a profundidad cuando habla, por ejemplo, sobre cómo los conceptos propuestos por Jean-Jacques Rousseau y John Locke hace cientos de años fueron fundamentales para la construcción de la democracia liberal como la conocemos y la vivimos. En este caso (y en muchos otros) la visión y la noción de una realidad futura son el motor de las acciones de los individuos y, por ende, el origen de los cambios que se dan en los países y en el mundo.
En ese sentido, la participación en la construcción y difusión de ideas es, en sí, un compromiso concambios que necesitamos, y el papel que puede jugar la sociedad civil y, en particular, las empresas, es importantísimo.
Para muchas empresas y empresarios existe la duda sobre cómo se puede participar en la construcción de un mejor país. Yes innegable que con el solo sus negocios el sector privado llega a a portar mucho. Pero siempre ha existido cierto reparo ante la posibilidad de meter las manos en el campo de las políticas públicas y en la promoción de reformas y medidas que mejoren la calidad de vida de los peruanos. El problema de retraerse es que muchas de las ideas y de la información que pueden aportarse se quedan entre las cuatro paredes de la empresa.
La inversión en estudios yen la di fusión de perspectivas expertas sobre distintas materias, vinculadas al negocio de las empresas, resulta un canal interesante para promover cambios y entender mejor nuestro entorno. EY, por ejemplo, elabora el Índice de Atractividad de Países para Energías Renovables. Asimismo, existen actores en el sector privado, como los ‘think tanks’, dedicados a la producción de ideas, que deben ser apoyados. El Instituto Peruano de Economía (que ha cumplido 30 años), Videnza, Redes e IEP son organizaciones que difunden información sumamente importante y que encarnan una institucional id ad que hace falta en el país.
Por nuestro lado, desde Credicorp, hemos inaugurado el Banco de Ideas Credicorp, que busca, desde las subsidiarias de la empresa, impulsar estudios e informes sobre inclusión financiera, informalidad, gestión de talento, seguridad ciudadana, prevención de riesgos y formalización de emprendedores en América Latina.
Tenemos que convencernos de la importancia de las ideas. Y las empresas tenemos una gran oportunidad para aportar a nuestro entorno construyéndolas, difundiéndolas y poniéndolas en práctica.