Aldo Mariátegui
Perú21, 13 de febrero del 2025
“En reemplazo del inefable cura Cabrejos, Bergoglio acaba de colocar a un jesuita rojimio, otro más de su quinta, como nuevo obispo de Trujillo”.
-Me deja estupefacto con qué cara la presidenta, Tello, del PJ va al Congreso a dictarles pautas sobre la justicia cuando ella mantiene al incompetente sideral de Víctor Zúñiga Urday como juez, ese mismo caballero que dio vergüenza ajena como profesional por su paupérrima actuación en el control del juicio del llamado Caso Cocteles. Que la señora Tello primero arregle su casa antes de ponerse a sermonear a otros. Lo mismo aplica para la titular del Ministerio Público, Espinoza, que no solo manifestó tenerle un pánico cerval a Gorriti en una entrevista en EC y que mantiene aún activos a los chamuscados Vela y Pérez, sino que tolera que hasta ahora no se abra el celular de Janett Talavera tras tres años de haber sido incautado, sabiendo que el testigo Jaime Villanueva ha indicado que allí se encontrarían diálogos entre Vela y Salas Arenas del JNE sobre cómo direccionar las últimas elecciones generales.
-En reemplazo del inefable cura Cabrejos, Bergoglio acaba de colocar a un jesuita rojimio, otro más de su quinta, como nuevo obispo de Trujillo. Después no me vengan con que no hubo nada de política detrás de esa atemporal y horrenda denuncia contra Cipriani o ese exterminio —justificado en ese caso por depravados— del Sodalicio. Y Bergoglio acaba de nombrar a otro rojimio como arzobispo en la capital estadounidense para confrontar a Trump. Los jesuitas y sus aliados están copando el mano de la Iglesia, están sujetándola a su ideología “progre” y están pasando como tractores por encima de los opositores internos, sean justos o pecadores.
-Desde que existen las redes es un gaje más de todo periodista aguantar todo tipo de insultos inmundos. Bastante ridícula esta Clara Elvira Ospina de salir a victimizarse. Además, jamás la escuché protestar a ella y sus simpatizantes cuando los troles de Humala, Villarán o Vizcarra nos atacaban inmisericordemente a los críticos.
-El ministro Salardi acaba de jurar de que no le va a soltar un sol a Petroperú. Queda anotada esa promesa.