Aldo Mariátegui
Perú21, 3 de febrero del 2025
“¿Y si mañana Trump acusa al Perú (y Colombia) de no hacer lo suficiente para atajar el ingreso de cocaína a EE.UU. y nos eleva aranceles?”.
Este fin de semana pasado ha estallado la anunciada y peligrosa guerra arancelaria entre EE.UU., Canadá y México, desatada por Trump. El impacto no solo se va a sentir entre esos tres países, sino que será irremediablemente planetario. ¿Cómo amanecerán hoy las monedas de esos tres países (y de otros)? ¿El peso mexicano se irá al subsuelo? ¿Resucitará la tan trabajosamente controlada inflación en EE.UU., Canadá y México? ¿Se dispararán el oro y el petróleo? ¿Cómo reaccionarán las bolsas? ¿Los estratégicos bonos de tesoro estadounidense variarán en su valor? ¿La Unión Europea también entrará en esta contienda? ¿China contraatacará, pues también les han subido —algo menos— los aranceles? Como en toda guerra, siempre se sabe cómo estas empiezan, pero nunca cómo terminan. Ojo que la Depresión tras el crack de Wall Street de 1929 empeoró cuando EE.UU. desató una guerra arancelaria con el acta Smoot-Hawley.
Trump es un personaje con mucha calle, que se hizo entre los populares Brooklyn y el Bronx antes de mudarse al pituco Manhattan. Toda su vida ha negociado duro con quien tuvo al frente, levantando la voz, amenazando, golpeando la mesa. Es un jugador de póker que blufea mucho. No es tonto (los tontos han sido los que siempre lo han subestimado y por eso ha llegado tan lejos) y tras esos golpes de pecho a lo gorila intimidante va calculando cuáles son los máximos que puede obtener. ¿Cederá? ¿Qué le ofrecerán México y Canadá para contentarlo?
Y como reza el refrán: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Una de las razones por las que Trump ha penalizado a México es por la exportación de fentanilo a EE.UU. ¿Y si mañana Trump acusa al Perú (y Colombia) de no hacer lo suficiente para atajar el ingreso de cocaína a EE.UU. y nos eleva aranceles? Eso sin también añadir que la presencia china en el Puerto de Chancay puede ser también otro motivo de irritación para la Administración Trump. Insisto, el Perú ya debe estar preparado para esos escenarios.