Aldo Mariátegui
Perú21, 8 de enero del 2025
“El miedo final es que la IA llegue a tener “consciencia”, o sea que tenga un conocimiento interior e inmediato de que es un sujeto pensante, además de distinto y autónomo respecto a su entorno”.
Existen cuatro innovaciones que pronto van a cambiar radicalmente la vida humana. La primera de ellas ya es muy conocida: la Inteligencia Artificial. Esta invención tiene todavía poca andadura y ya estamos experimentando impactos de todo orden. Todas las falsificaciones son posibles, el humano va a dejar de estudiar e investigar solo por apoyarse demasiado en la IA, etcétera… El miedo final es que la IA llegue a tener “consciencia”, o sea que tenga un conocimiento interior e inmediato de que es un sujeto pensante, además de distinto y autónomo respecto a su entorno. Tendríamos así al “HAL” de “2001, Odisea del Espacio” entre nosotros. Otro invento es la computadora cuántica, proyecto en el cual gringos y chinos están embarcados en una carrera decisiva. Como informó la BBC este diciembre pasado: “Google ha presentado un nuevo chip (llamado ‘Willow’) que tarda cinco minutos en resolver un problema que actualmente a las supercomputadoras más rápidas les llevaría diez cuatrillones (o 10’000,000’000,000’000,000’000,000) años completar”. Todavía falta mucho para terminarla, pero, como la bomba atómica, quien lo tenga primero podría dominar el mundo a su antojo (imagínense nomás si Hitler hubiera conseguido desarrollar el aparato nuclear). Otro avance es el uso cada vez más sofisticado de algoritmos (“conjunto de normas de programación que generen que determinada publicación se muestre mucho a los usuarios o que, en cambio, la plataforma casi no la muestre a ningún usuario) en la web. Se sistematizan, conocen y propagan contenidos a con cada más velocidad y exactitud, por lo que la manipulación de masas puede acabar siendo perfecta. Finalmente, los avances en neurociencias. El neurocientífico Rafael Yuste le explicó a El País este domingo que dentro de muy poco se podrá descifrar lo que piensa una persona, que en la Universidad Tecnológica de Sídney ya se logró en un 40% el año que pasó. Que se acabará “la privacidad mental”. O que se podrá aumentar la memoria de un individuo en un 30% con un neuroestimulador electromágnetico. ¿Escalofriante todo, no?