Aldo Mariátegui
Perú21, 15 de enero del 2025
“Existen jueces que son para salir corriendo, como la jueza Nayko Coronado, que increíblemente falló en solitario a favor de que continúe el juicio del llamado Caso Cocteles”.
-Existen jueces que son para salir corriendo, como la jueza Nayko Coronado, que increíblemente falló en solitario a favor de que continúe el juicio del llamado caso Cocteles a pesar de que está clarísimo que todos los acusados deberían beneficiarse también de la sentencia del TC a favor de Chlimper y que así todo debería volver a fojas cero para que se presente una acusación coherente y fundamentada. ¿O acaso a uno le deben juzgar por lo que se le ocurre así nomás al fiscal? ¿La jueza Coronado hizo esto por izquierdista? ¿Maldad? ¿Sadismo? Por lo menos ya sabemos así de antemano que esta jueza Coronado terminará adoptando el argumento caviar y que seguramente considerará que los aportes a los partidos constituyen un delito de lavado de activos, una tesis absurda y abusiva. Coronado es la previsible mala (o la caviar) de la película.
-¿Ahora qué toca hacer con el chavismo para que deje el poder en Venezuela? Antes de plantearse bombardeos selectivos a puntos neurálgicos (como sucedió con Serbia en 1999 o Libia en 2011) o una invasión (que es lo que creo que va a ser lo único que va a funcionar para sacar a esa mafia que ha devastado a ese país), habría que ir antes a un bloqueo total de las exportaciones de crudo, porque ya vimos que el inútil de Biden aflojó este cierre impuesto por Trump a cambio de una democratización y los chavistas le tomaron el pelo. Venezuela produjo unos 800 mil barriles diarios el año pasado, de los cuales, increíblemente, 200 mil va a EE.UU., vendidos por la estadounidense Chevron. También la italiana ENI y la española Repsol son otros dos asquerosos cómplices comerciales del chavismo, pues ambos colocan 75 mil barriles diarios en Europa. Y Caracas aún envía algo de crudo a Cuba (30 mil barriles diarios). Toca ahora que ni una gota de petróleo venezolano salga al exterior. Otros a los que Trump tiene que ajustarles las clavijas es al gobierno izquierdista mexicano, que se ha vuelto otro sostén vital de Cuba al enviarles 30 mil barriles diarios.