Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 21 de mayo de 2018
Perú21, 21 de mayo de 2018
Es delicioso cuando un rojo es ampayado en su hipocresía sideral. Resulta que Pablo Iglesias, ese líder de la izquierda española (Podemos) tan admirado por la congresista Glave, se acaba de comprar una estupenda casa (con piscina y todo) por 600 mil euros en las afueras de Madrid, en lugar de vivir en un barrio obrero y ser así consecuente con su demagogia diaria. Lo más gracioso es que este mismo Iglesias criticó años atrás a un ministro por comprarse un depa… ¡en 600 mil euros! ¡Karma! Y como allá no son cobardes con los rojos como aquí, la ciudadanía y los medios le han puesto a parir, como se merece, por no practicar lo que predica. Incluso, se ha convocado por redes una parrillada gigante al lado de esta casa de Iglesias para este 2 de junio, evento que ya cuenta con 21 mil inscritos.
Este sábado nocturno me acordaba de todo esto cuando veía a la mendocista Sigrid Bazán, locutora roja de Latina, junto a su casi suegro Mohme sentaditos y felices en uno de los eventos anuales más pitucos de Lima. Era un placer observar a una revolucionaria marxista como Sigrid vestida de elegantísimo traje de noche, sonriéndole y refregándose con toda esa clase social, la misma de la que suele abominar en sus comunistas columnas en La República mohmista. Me imagino que así también Sigrid debe de sonreír cuando se aloja y se broncea en sus visitas al departamento de Mohme en la gusanera anticastrista de Miami, situado en la Torre Trump (¡Trump! ¡Dónde encima!) de la pituquísima área de Sunny Isles (¿Mohme invitará allí también a sus empleados rojos Ángel Páez, Maritza Espinoza y Charly Castro?).
Encontrar a Mohme no me sorprendió: siempre este empresario rojo sanisidrino está en “Eisha” y en donde reviente el cohete pituco. ¡Pero lo de Sigrid sí fue un sublime éxtasis!