Aldo Mariátegui
Perú21, 19 de febrero del 2025
“Ojo a ese direccionamiento político/racial que se le quiere dar al próximo censo nacional para reforzar el poder de las ONG zurdoindigenistas”.
-Ojo a ese direccionamiento político/racial que se le quiere dar al próximo censo nacional para reforzar el poder de las ONG zurdoindigenistas. Se pretende esconder las categorías “mestizo” y “blanco” para potenciar las ficticias “quechua” y “aymara” (la cuales además deberían estar encuadradas juntas simplemente como “indígenas”). Detrás de esta movida ideológica estarían metidas la ONG ONAMIAP y la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), un apéndice rojo de la cada vez más marxistoide Iglesia peruana, donde la activista Silvia Alayo Dávila es la mandamás. Pero aquí el gran responsable último por cómplice es el titular del INEI Gaspar Morán Flores, al que el Congreso debería citar para pedirle explicaciones y exigir su destitución al premier Adrianzén de persistir en esta estupidez.
-Ojo que la ultraizquierda quiere frustrar nuevamente el proyecto cuprífero Tía María. Leo que allí anda metido ese Lucio Ccallo, un demencial extremista cercano al Movadef. Para variar, Mohme le hizo su “cherry” ayer en La República. ¿Cuánto le costaría a Southern comprar todas las chacras y plantas arroceras del valle de Tambo y así evitarse tanto problema? Lo manejan como un negocio colateral al minero y ya está. Son de tontos como Las Bambas, que por tacaños de no hacer el mineroducto o el tren no dejan de tener líos constantemente.
-Ayer entre los grandes momentos de cambio mundial que me han tocado vivir no mencioné a Internet y la Inteligencia Artificial por no ser temas políticos, pero ambos son hitos colosales en la historia tecnológica de la humanidad, de la magnitud del descubrimiento de la imprenta, la radio, la TV y la computadora.
-¿Cómo un presidente de la República puede estar promocionando inversiones privadas? ¿Qué tiene Milei que está alentando criptomonedas, esa ficción especulativa y cazabobos? ¡Qué tal metida de pata! Ojalá que Milei pueda sortear indemne este trance, que de su éxito ya depende mucho la derecha liberal latinoamericana, sino hasta mundial.