Aldo Mariátegui
Perú21, 9 de julio del 2024
“El calvario que el empresario Ricardo Briceño está sufriendo gratuitamente por el sadismo acusatorio de Gorriti, Vela & Pérez es desgarrador”.
Uno de los más grandes culpables de que este juicio del llamado caso Cocteles vaya a ser un mamarracho eterno es el juez VÍCTOR ZÚÑIGA URDAY (lo pongo en mayúsculas y negritas adrede, cual baldón), quien está pasando piola tras haber hecho un pésimo control previo de ese desastre de acusación presentado por el fiscal Pérez, al que antes le devolvió 19 veces el expediente para subsanarlo y que ha permitido que ese engendro de acusación llegue al tribunal. El otro gran culpable judicial es el inefable César San Martín, que bien pudo acabar este circo de los seudolavados de dinero cuando atendió en diciembre de 2022 una casación de Humala y se lavó las manos, arguyendo que eso se debería determinar en el juicio.
El calvario que el empresario Ricardo Briceño está sufriendo gratuitamente por el sadismo acusatorio de Gorriti, Vela & Pérez es desgarrador. El mismo Briceño señaló este domingo a Gorriti como el causante de su vía crucis. ¿Hasta cuándo estaremos sujetos a los abusos de este trío infame, que encima le han posibilitado tal victoria a Odebrecht? ¿La gente del Ministerio Público no percibe el desprecio, el rechazo y la desconfianza que le está tomando el segmento de la población que es pensante y que no está capturada mentalmente por la caviarada? A este ritmo de deterioro de la justicia, tal vez se tendría que contratar letrados extranjeros (como se hace en Hong Kong con mucho éxito), con un estricto concurso público, como jueces y fiscales. No va a ser muy difícil que algún abogado de España o Latinoamérica sea mucho mejor que Zúñiga, San Martín, Zoraida, Vela o Pérez. En España cualquiera no puede ser juez o fiscal: el examen de ingreso (oposición) es muy, muy difícil. ¿Y seguirán El Comercio, RPP y coleguitas como Chincha, RMP, Mávila, Oxenford, etcétera… defendiendo aún tan ardorosamente el entreguista acuerdo fiscal con Odebrecht? Más bien, clama al cielo que ese acuerdo fiscal con Odebrecht deje de ser secreto y todos lo conozcamos.