Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 19 de Enero del 2023
“La usual pusilanimidad limeña está fuera de sitio cuando lo que está en juego es el futuro del país”.
Si alguien pretende atacar tu hogar, pues lo defiendes. Estos revoltosos que están llegando a la capital deben ser recibidos con la debida firmeza no solo por las fuerzas del orden, sino también por los vecinos. No darle ni la sal ni el agua. No darles posada. No dejarles ni dormir tranquilos. Convocar a pacíficas contramanifestaciones multitudinarias para manifestar el repudio a sus intenciones, pues, como bien sostuvo Rafael Belaunde Diez Canseco al comienzo del gobierno de Bustamante y Rivero, hay un momento político ante las turbas (apristas en su época) en que “si las ideas se combaten con ideas, las masas se combaten con masas”.
La usual pusilanimidad limeña está fuera de sitio cuando lo que está en juego es el futuro del país. No podemos aceptar tan sumisamente este zarpazo de la izquierda a través de estas turbas que vienen adrede a intimidarnos. Ante ello, debe haber una respuesta viril, pero siempre pacífica y dentro de la ley. Ya estuvo bueno de tanta matonería y de que solo las fuerzas del orden pongan la cara. Y si estos vándalos importados a Lima con dinero oculto quieren cobijo en Lima, pues que se vayan al jirón Camaná 320 y duerman en el local de La República situado allí, que tanto les alienta.
O a la mansión sanisidrina de Mohme por el Golf de San Isidro, que es muy amplia. También hay un montón de viviendas de caviares limeños donde se pueden alojar muy cómodos, en algunas de esas hasta con piscina. Me imagino que Ximena Ledgard, Maritza Espinoza, Diego García Sayán, Manuel Burga, Carlos Cornejo, Juliana Oxenford y otros les recibirán con los brazos abiertos y, por lo menos, tendrán su “Bed & Breakfast” (cama y desayuno) con ellos, aparte de que estos centenares necesitarán de sus baños. Espero que sean desalojados pronto de San Marcos, cuya rectora ha mostrado mucha valentía (a diferencia de su antecesor, el demagogo repelente de Manuel Burga). ¡Fuera los enemigos de Lima de San Marcos!