Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 11 de Mayo del 2023
“Karp se ha ido con por lo menos un par de decenas de millones de dólares en la cartera, así que mal no la va a pasar por más que eso signifique no poder salir de Israel”.
La bruja soez de los cabellos de fuego tomó su escoba y voló a Israel… ¿A alguien le ha sorprendido que Karp haya tomado esa decisión? La única pregunta sobre su tan previsible fuga era si su destino final sería Tel Aviv o Bruselas, pues es bien sabido que ni Israel ni Bélgica suelen extraditar a sus connacionales. Karp se ha ido con por lo menos un par de decenas de millones de dólares en la cartera, así que mal no la va a pasar por más que eso signifique no poder salir de Israel. Me imagino que traerá a su madre de Bélgica a vivir consigo y que su hermano Michael, un abogado financiero al que quiso acreditar como cónsul peruano en Luxemburgo, la visitará también. El buen Michael fue nombrado en ese puesto por su cuñado Toledo y el entonces canciller Diego García Sayán el 18 de marzo de 2002, mediante la Resolución Suprema 115-2002-RE. Como se armó el escándalo, García Sayán dejó sin efecto ese nombramiento el 19 de marzo —o sea, al día siguiente— mediante la Resolución Suprema 125-2002-RE. En un país normal haber avalado ese tremendo acto de nepotismo hubiera significado la renuncia o la dimisión del desvergonzado García Sayán, pero si los caviares son intocables en estos días lo eran mucho más en esa época. Además, a comienzos de 2002 los únicos medios que fiscalizaban a Toledo eran Correo (que había reflotado su edición limeña y era dirigido espectacularmente por Tafur. Yo no quiero nada a Tafur por tronchado y otras cosas, pero no le voy jamás a no reconocer sus grandes condiciones como periodista) y Expreso. El Grupo El Comercio era todavía absolutamente incondicional a Toledo por esas fechas y la TV y radio apenas se metían con él porque quien criticaba era inmediatamente tildado de “fujimontesinista” por el oficialismo y la caviarada. Después ya vino el cargamontón de todos cuando los numerosos errores de Toledo le desprestigiaron completamente y ya no era “políticamente incorrecto” cuestionarlo. Al final, lo robado será disfrutado por la bruja.