Aldo Mariátegui
Perú21, 7 de agosto del 2024
“Camisea cumple 20 años. Pocas veces un proyecto gasífero ha impactado tanto en una nación. Pensar que pudo haber entrado en operaciones en 1988 o 1998 y no en 2004…”.
Camisea cumple 20 años. Pocas veces un proyecto gasífero ha impactado tanto en una nación. Pensar que pudo haber entrado en operaciones en 1988 o 1998 y no en 2004, pero la eterna estupidez nacional se impuso. En el primer caso, todo abortó por la izquierda, por necios como Gustavo Mohme padre (al que ahora pintan como un santón cuando era otro rojo maloso más. Lo que pasa es que el hijo es todavía peor) desde La República, Javier Diez Canseco (un indescriptible enfermo de odio, que increíblemente tiene ahora un busto en Jesús María que le erigió un alcalde imbécil), esa caricatura folclórica de marxista cusqueño que era Daniel Estrada, el charlatán rojo del balón de gas a 12 soles de Manuel Dammert, esa ponzoña viviente que se llamó Carlos Malpica y el más marxista que aprista zurdo Alfonso Ramos Alva. Felizmente, para el Perú, todo este elenco acompaña ya a San Pedro y no están en estas tierras para seguir jodiéndonos, lo que hicieron tan exitosamente por décadas. A pesar de la chilla de estos rojos, el proyecto pudo haber salido adelante, pero Alan García se asustó.
La segunda oportunidad se dio en los 90, cuando nuevamente la Shell se animó a cristalizarlo. Esta segunda vez se frustró en julio de 1998 por la ineficiencia del ministro Daniel Hokama y porque Fujimori se creyó más listo, sabido o pendejo de lo que era (lo que le sucedía y aún sucede a menudo). Estos dos creyeron que la gigantesca Shell era una empresita que se moría por hacer negocios con el importantísimo Perú y que los teníamos agarrados porque ya había invertido 400 millones de dólares en el campo y estudios. No solo la gigante angloholandesa (que estaba consorciada con la yanqui Mobil) mandó a rodar a Fujimori y Hokama cuando estos dos les vinieron con exigencias absurdas, sino que hasta les tiraron el Lote 88 en la cara, sin reclamar nada a cambio por lo invertido. Felizmente, Camisea al fin se pudo explotar en 2004, a los 20 años exactos de haber sido descubierta. Así es el Perú…