Alberto Goachet, CEO de Fahrenheit DDB
El Comercio, 15 de julio del 2024
“Dijo que hay que estar conectado con todo lo nuevo, lo que está caliente, lo que está cambiando las reglas del juego.”
La semana pasada se llevó a cabo la Asamblea Anual de exalumnos del Programa de Alta Dirección (PAD) de la Universidad de Piura, que reúne cada año a más de 600 directivos empresariales. El lema central del evento fue “Reimagina tu trayectoria” y me invitaron a formar parte de un panel cuyo tema era“Claves para una mente curiosa y creativa para combatir los desafíos”. Junto a mi amigo y colega Robby Ralston, el objetivo fue compartir reflexiones y experiencias de cómo evitar que profesionales maduros, y ojalá exitosos, pierdan la “chispa”, la frescura de ideas, y así de alguna manera, la competitividad. Sobre todo cuando, hoy más que nunca, las competencias se vuelven obsoletas mucho más rápido.
De arranque me sentía totalmente identificado, ya que trabajo en una industria en la que la creatividad es indispensable, pero teniendo más de 30 años en el negocio y siendo el más `tío’ de un equipo de más de 200 personas, ¿cómo hago para no oxidarme? ¿Podré no oxidarme?
Dos ejemplos de vida a modo de inspiración. Michael Conrad es un publicista alemán, ex director creativo mundial de la red Leo Burnett, que a sus más de 70 años llenaba grandes salas en el Festival de Cannes. Nos conocimos hace más de 20 años cuando trabajaba en la misma red y curiosamente le hice la pregunta que el evento del PAD ponía al centro de la discusión: ¿cómo uno se mantiene creativo? Su respuesta fue simple y contundente: mantente vigente. En otras palabras, dijo que hay que estar conectado con todo lo nuevo, lo que está caliente, lo que está cambiando las reglas de juego, lo que está de moda. La edad no tiene nada que ver, es la actitud frente a la vida.
Hace pocas semanas, justamente aplicando el consejo de Michael dos décadas más tarde, consumiendo vorazmente contenidos en TikTok (les aseguro que esta red es más que bailecitos de influencers y personas sin pudor), me topé con una entrevista a Ramón Barúa, ex-CEO del Grupo Intercorp, contando como a sus 78 años acababa de terminar un curso de Consumer Behavior. ¿Un profesional con ese nivel de éxito y en esa etapa de su vida aún con hambre por seguir aprendiendo? Por supuesto, ¿por qué no?
En España el BBVA metió a 3.000 de sus empleados a un curso mandatorio de ChatGPT. En Singapur sacaron un incentivo de `upskilling’ de US$3.000 para profesionales mayores de 40 que quieran estudiar temas relacionados a innovación como una manera de asegurar una economía competitiva.
En el cierre del famoso discurso de graduación que dio Steve Jobs a los alumnos de Stanford, los invitaba a siempre `stay foolish, stay hungry’. En otras palabras,“nunca dejen de ser alocados, nunca dejen de ser hambrientos”.
Mi versión personal de la famosa frase de Steve sería: “Manténganse hambrientos, curiosos, inquietos, inconformes, humildes. El éxito puede ser un somnífero del alma. Nunca dejes de aprender, porque la vida nunca deja de enseñar”.