En un informe especial de The Economist, afirma que los millennials son la generación con más conocimientos y mejor preparada de la historia. Sin embargo, sus mayores les están impidiendo alcanzar su plenopotencial, especialmente con regulaciones laborales que los dejan sin empleo y otras que encarecen su costo de vida (viviendas), así como por la migración global.
El mayor daño que se está haciendo a esta generación es dejarlos sin empleo. Esto es especialmente notorio en la vieja Europa, sobreregulada y llena de normas que producen el efecto contrario al que buscan. Por ejemplo en Francia (como veremos más adelante) el gobierno socialista ha tenido que presentar una reforma radical para disminuir la rigidez laboral. Esta ya tiene una fuerte oposición por parte de los jóvenes franceses (“Los jóvenes declaran la guerra a la reforma laboral de Hollande”, El País de España, 10 de marzo). Lo mismo sucedió el año pasado en el Perú con la llamada Ley Pulpín, lo que determinó que los jóvenes se quedaran sin ninguna protección laboral en el mundo de la informalidad.
De esta reacción podemos colegir, que si bien los mayores tienen la responsabilidad sobre las normas existentes, los jóvenes, al oponerse a las reformas, están volviéndose cómplices de su propia tragedia, la de un mundo sin empleo para la generación más preparada de la historia. Debemos preocuparnos por el bienestar y el futuro de esta generación, ya que serán nuestros futuros líderes. Nacidos entre 1982 y 1993, hay más de 80 millones de ellos, son la generación más numerosa en la historia. Son conocedores de la tecnología, abiertos a la diversidad, conectados y activistas de derechos personales. Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?
Como afirma The Economist, “Ellos son la generación mejor preparada de la historia. Gracias a todos sus conocimientos y a una mejor nutrición, son más inteligentes que sus mayores. Si son mujeres u homosexuales, disfrutan de una mayor libertad en más países que sus predecesores habrían creído posible. Y pueden esperar mejoras en la tecnología que, por ejemplo, les permita a vivir mucho más allá de los 100 años.”
Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio
¿Entonces, que sucede con esta generación? Se les está obstaculizando su progreso, principalmente en su educación, empleabilidad, su sentido empresarial (con las startups) y vivienda. Un análisis reciente pone la brecha generacional en términos más concretos.
En resumen, el informe de The Economist afirma que los mayores obstáculos de los millennials “pueden atribuirse a políticas que favorecen la edad sobre los jóvenes”. El ejemplo más claro son las barreras laborales que limitan la empleabilidad. En muchos países, las leyes laborales exigen a las empresas ofrecer una gran cantidad de beneficios y dificultan el despido de empleados. Esto es una traba para que las empresas contraten nuevo personal, por lo que los perdedores son los jóvenes. Los empleadores están temerosos de crear puestos de trabajo permanentes por la incertidumbre y los altos costos de despido. Contratan sólo a corto plazo. Según la OIT, son al menos dos veces más propensos que los mayores a estar desempleados.
Por ejemplo, en Francia, más del 80% de las nuevas contrataciones son a tres meses o menos. Nuestras regulaciones laborales y sus impactos en el mercado de trabajo son muy similares a las de Francia. El mayor problema de la legislación laboral en el Perú es la estabilidad laboral que se ha ido reimplantando. Somos uno de los países de mayor rigidez laboral en el mundo. Ver en Lampadia: Por décadas, nos equivocamos siguiendo a los franceses y Sin flexibilidad laboral perdemos empleo y productividad.
De acuerdo a un informe del MINTRA, en el Perú solo el 29.5% de las casi 16 millones de personas que conforman la PEA ocupada tiene un empleo formal. Es decir un 70% se halla en la informalidad. Son justamente las regulaciones y la escasa flexibilidad laboral lo que abruma a los millennials y les impiden insertarse en el mercado laboral. Los inconvenientes radican en los costos de despido, en el regreso de la estabilidad laboral que incluye reposiciones destructivas de la productividad y hasta de instituciones como la policía, que tiene que reponer a delincuentes separados de sus filas, por órdenes judiciales.
Ya pasó casi una década desde la crisis financiera, sin embargo, según la OIT, el desempleo juvenil mundial se mantiene alrededor del 13 %. Lejos de exigirle a los empleadores que se ajusten a sus necesidades (como muchos han afirmado), muchos jóvenes han hecho lo imposible en persuadir a empresas para que les brinden oportunidades en el mercado laboral.
Por ejemplo, en los EE.UU., la proporción de graduados universitarios que trabajan en puestos de trabajo no titulados se elevó a 44% después de la recesión. En la zona euro, alrededor del 40 % de los trabajadores de entre 15 y 29 están desempeñando trabajos temporales que suelen ofrecer poca formación o línea de carrera.
Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio
Además, los rápidos cambios en la tecnología, en los patrones de trabajo y la relación de trabajo, así como nuevas formas de empresas “start-ups”, requieren una adaptación constante por parte del sector privado y del gobierno a las nuevas condiciones y a los desajustes del mercado laboral. Esto no se puede dar a menos que exista una flexibilización laboral que le permita al mercado adaptarse a la gran disrupción de la tecnología y la venidera cuarta revolución industrial.
Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio
En cuanto a los ingresos relativos, pinta un panorama aún más desolador. De acuerdo con un informe de The Guardian, los jóvenes de entre 20 a 24 años en los Estados Unidos tienen 31 % menos ingresos disponibles cuando se ajusta por inflación en relación con el mismo grupo de edad en 1979. Al mismo tiempo, los ingresos disponibles de los adultos de 50 a 54 en realidad han aumentado en más de un 32 %. Dicho de otra manera, el grupo de 20 a 24 años ha visto caer su renta disponible por US$ 3,389 en términos reales, mientras que el grupo de 50 a 54 años ha visto la suya aumentar en US$ 5,176 con respecto a 1979. Las desventajas de los millennials son válidas en relación con otros grupos de edad y con la media nacional.
Los millennials han sido víctimas de una «traición económica de los últimos 30 años. «El informe describe la situación de los millennials como “una combinación de deuda, falta de trabajo, globalización, demografía y encarecimiento de la vivienda está deprimiendo los ingresos y perspectivas de millones de jóvenes en todo el mundo, lo que resulta en una desigualdad sin precedentes entre generaciones.”
Utilizando una gran cantidad de data de distintas instituciones, The Guardian aclara las desventajas económicas de la generación del milenio, haciendo énfasis en el problema de vivienda. Son más propensos a alquilar que poseer una casa propia y un porcentaje mucho mayor de los millennials viven en sus casas con respecto a las generaciones anteriores. A nivel global, poco más del 25% de los millennials actualmente viven en casa, incluyendo el 10% de los hombres de edades entre 30 a 34 años. En 1999, menos del 20 % de los jóvenes de entre 20 a 34 años vivían en sus casas. Y los hitos importantes de la vida como la propiedad de vivienda, el matrimonio y la maternidad están siendo retrasados por razones económicas.
Los resultados de un informe del New York Fed explican con más detalle las circunstancias económicas que han afectado la vida de los millennials. Los investigadores señalan cómo la relación entre los precios de la vivienda, las deudas estudiantiles y el crecimiento económico local explican por qué más millennials están viviendo juntos en vez de independizándose. La causa más clara es el exceso de regulación, el cual ha duplicado el costo de una casa. Los alquileres y los precios de la vivienda no están de acuerdo con los ingresos, todo esto debido a los sobrecostos causados por un exceso de regulación en el mercado inmobiliario.
Debemos proporcionarle a los jóvenes la mejor oportunidad para que se inserten al mercado laboral, lo que requiere invertir en educación y formación de la más alta calidad posible, proporcionando a los jóvenes las habilidades que corresponden a las demandas del mercado laboral. Ellos cuentan con habilidades únicas para llevar a nuestro mundo hacia una senda de crecimiento económico mediante la tecnología con una visión futurista única.
La sobreregulación afecta el normal desenvolviendo de los mercados y el laboral no es una excepción. Por tanto es urgente realizar cambios que no sólo nos hagan más competitivos. Para ello, el gobierno debe crear una formalidad más accesible, explicar a empleadores y a la población los beneficios de un sistema más flexible y establecer procesos de transición no punitivos.
La verdadera preocupación sobre los millennials no es que ellos se atribuyan derechos de más, sino que no tienen suficientes oportunidades. Lampadia