Los avances de la 4ta Revolución Industrial siguen deslumbrando al mundo con los cambios disruptivos producidos por las innovaciones de sus nuevas tecnologías.
Recientemente, Google develó la existencia de una computadora que, utilizando los principios de la mecánica cuántica, ha logrado resolver un problema altamente complejo, de carácter simulado, que con las actuales tecnologías disponibles solo podría resolverse en muchísimos miles de años.
Como bien ha señalado The Economist en un reciente artículo que compartimos líneas abajo, tal descubrimiento habría significa un antes y un después de la denominada “computación cuántica”. Mientras que antes, las computadoras cuánticas eran en su mayoría parte de las teorías de un grupo cada vez más creciente de investigadores y científicos, el anuncio de Google habría implicado un cambio de paradigma que los volcaría hacia las primeras aproximaciones de su praxis en el mundo real.
Cabe señalar que de entre las aplicaciones que tiene dicha tecnología en la vida real, se debe relevar su habilidad para una rápida resolución de problemas con grandes cantidades de variables en base a la optimización matemática, un principio que es fundamental en los procesos operativos de múltiples industrias de servicios como las finanzas, la logística y el transporte.
Por otra parte, gracias al principio de tranzado de datos en base a los denominados “qubits”, también resulta mucho más útil – frente a la computación clásica, basada en el sistema binario de los bits – para explotar y analizar grandes cantidades de información dispersa, con el que, hoy en día, tecnologías como el machine learning y el big data se encuentran analizando el comportamiento de millones de consumidores en tiempo real.
Consideramos que este avance es importante y auspicioso y esperemos que sea uno de los primeros que vendrán en el futuro desde esta innovadora tecnología, de manera que las empresas sigan beneficiándose de tales incrementos en la productividad, los cuales finalmente redituarán en una mejor calidad y mejores precios de los bienes y servicios provistos hacia los consumidores. Lampadia
Computación cuántica
Google afirma haber demostrado la «supremacía cuántica»
Podría ser un momento Sputnik
The Economist
28 de setiembre, 2019
Traducido y glosado por Lampadia
«La naturaleza no es clásica, maldita sea, y si quieres hacer una simulación de la naturaleza, será mejor que sea mecánica cuántica, y por Dios, es un problema maravilloso porque no parece fácil». Con esas palabras, en 1981, Richard Feynman, un físico estadounidense, introdujo la idea de que, al aprovechar la mecánica cuántica, podría ser posible construir un nuevo tipo de computadora, capaz de abordar los problemas que causarían que una máquina común se ahogara. Feynman tenía razón: no ha sido fácil. En las últimas cuatro décadas, las computadoras cuánticas han evolucionado lentamente desde garabatos en las pizarras de los teóricos hasta pequeñas máquinas en laboratorios universitarios para proyectos de investigación dirigidos por algunas de las compañías más grandes del mundo.
Ahora, una de esas máquinas, construida por investigadores de Google, finalmente ha mostrado de qué se trata todo este alboroto. Parece haber realizado, en poco más de tres minutos, una tarea que, según los investigadores, la supercomputadora clásica más poderosa del mundo tomaría alrededor de 10,000 años en completarse. La máquina de Google es un dispositivo de propósito especial que fue diseñado para resolver un problema artificial con pocos usos prácticos. Pero esta exhibición de la llamada «supremacía cuántica» es, sin embargo, un hito.
¿Para qué podría usarse realmente la computación cuántica? Esa pregunta está oscurecida por las pilas de dinero y la hipérbole que la rodean. Junto con el 5G y la inteligencia artificial (IA), es una de las tecnologías que a los presidentes, tanto de países como de empresas, les encanta citar. China y EEUU se han comprometido a invertir miles de millones de dólares en ella. Se habla con entusiasmo de una raza y de las riquezas y el poder que aguardan al primero en apoderarse del «Santo Grial de la informática».
A pesar de la disnea, las computadoras cuánticas no son mágicas. Un rico cuerpo de trabajo teórico demuestra que serán potentes, pero limitadas. A pesar de todo lo que se habla de supremacía, las computadoras cuánticas no son superiores en todos los aspectos con respecto a sus primos clásicos. De hecho, para muchas tareas ofrecerán poca mejora. Sin embargo, para algunos problemas, pero solo para algunos, programadores o matemáticos inteligentes pueden crear algoritmos que exploten las capacidades cuánticas de las máquinas. En esos casos especiales, las computadoras cuánticas ofrecen enormes ganancias, tareas de procesamiento que de otro modo llevarían años o milenios a minutos o segundos.
Varios de estos algoritmos han sido desarrollados. Ofrecen una idea de dónde pueden sobresalir las computadoras cuánticas. En el cifrado, por ejemplo, una máquina cuántica podría desenredar rápidamente las matemáticas complejas que subyacen a gran parte de la codificación que protege la información en línea. Un mundo con poderosas computadoras cuánticas, en otras palabras, es uno en el que gran parte de la ciberseguridad de hoy se desvela. Las empresas tecnológicas y los gobiernos están investigando nuevas bases para el cifrado que no se sabe que sean susceptibles a las computadoras cuánticas. Pero desplegarlos será el trabajo de décadas.
Como señaló Feynman, las computadoras clásicas luchan por simular los procesos de mecánica cuántica que sustentan la física y la química. Las computadoras cuánticas podrían hacerlo con aplomo, un truco útil para desarrollar todo, desde productos farmacéuticos hasta productos petroquímicos. Su capacidad para resolver problemas de optimización podría ayudar a las empresas financieras a mejorar sus algoritmos de negociación. Los investigadores de inteligencia artificial esperan que las computadoras cuánticas también puedan ofrecer un impulso a sus algoritmos.
Por ahora, sin embargo, todo eso yace en el futuro. La máquina de Google se considera mejor como un momento Sputnik. Por sí solo, el Sputnik no hizo nada más que orbitar la Tierra mientras emitía un pitito. Pero resultó ser un concepto y llamó la atención del mundo. El logro de Google es uno de los objetivos para los escépticos de la computación cuántica. Sugiere firmemente que la promesa de la tecnología cuántica se puede realizar en la práctica, así como en la teoría. Y atraerá aún más dinero y atención a un campo candente. Queda una gran cantidad de trabajo de ingeniería antes de que las computadoras cuánticas puedan usarse para tareas del mundo real. Pero ese día de repente se ha acercado. Lampadia