Por Ana Valenzuela
(El Comercio, 19 de Enero de 2015)
Un muchacho aprovecha el tiempo que dura la luz roja de un semáforo para demostrar su talento como bailarín sin imaginar que Vania Masías era una de las espectadoras, y menos aún que esta escena marcaría el origen de D1, asociación cultural que este año celebra su décimo aniversario.
“Me ganó el amor por hacer algo en el Perú. Descubrí a los chicos en mis vacaciones y ahora, después de 10 años, no me arrepiento en absoluto”, dice Vania, bailarina peruana que en el 2005 decidió cambiar Londres por Lima. “Luego de haber bailado todos los clásicos que quería aquí, me fui a Londres, allá descubrí el hip hop, popping, locking, breakdance, house y el jazz que me apasiona. Pero siempre pensaba en regresar para devolver todo lo aprendido”, cuenta Vania.
Ahora que recuerda los orígenes de su asociación cultural, Vania cuenta, orgullosa, sobre el camino que han emprendido los primeros jóvenes que pasaron por la escuela y que hasta hoy la llaman “madre”. “Esta semana iré a Nueva York y quien me recibirá será Luis Carrera. Él llegó a la escuela a los 13 años, venía de Pachacútec, ahora vive en Nueva York, es un bailarín consolidado”, expresa Vania. “Él ‘semaforeaba’ en la avenida Grau; cada vez que paso por ahí me emociono, me provoca llorar, qué loco todo lo que ha pasado”, añade Masías y sigue con la larga lista de exitosos pupilos.
Vania aclara que D1 no solo es una academia de baile, sino que se ha convertido en una asociación que mantiene vivo el proyecto social Ángeles D1, el cual permite que chicos de escasos recursos puedan seguir los talleres de baile. “La danza es una herramienta de desarrollo muy potente”, señala una vehemente Vania.
Para poder hablar de los 10 años de D1, Vania ha tenido que buscar apoyo de la empresa privada, pero hoy puede decir que el proyecto es “autosostenible”. “Estoy muy agradecida a la empresa privada, sería genial tener el soporte del Estado pero ya no contemplo. Nos sostenemos gracias a producciones como ‘Blancanieves’ y el Pura Calle”, cuenta Vania. Añade que Ángeles D1 tiene espacios gratuitos ubicados en el Callao, la Victoria y San Juan de Lurigancho. “Son espacios de prevención; en lugar de que los chicos estén en la calle, van a bailar, es un espacio de prevención como hay en todo el mundo”, señala.
El camino por recorrer
En unos días Vania viajará a Nueva York para renovar el convenio que tiene con el Broadway Dance Center, el cual le permite que docentes y alumnos de D1 realicen una pasantía en esta escuela. “Viajan cuatro profesores cada año con una beca completa, y los alumnos tienen un descuento especial”, comenta Vania sobre este acuerdo.
Acerca de los distintos espectáculos que presentarán este año, la bailarina adelanta que en junio vuelve el Pura Calle y que también repondrán el musical “Mezcla”, en el teatro de la Universidad del Pacífico. “Será una especie de homenaje a la primera obra que presentamos”, añade Masías.
Emocionada, adelanta también que la gala principal por los 10 años de D1 será en setiembre, en el Gran Teatro Nacional. “Extraño bailar y me estoy preparando para esta presentación”, dice Vania, quien en enero del año pasado dio a luz a su segundo bebe. “Soy feliz, tengo un matrimonio maravilloso y estoy por retomar algo que amo: bailar”, comparte Vania.