Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia
Esas deben ser las preguntan que se hacen muchos peruanos, particularmente de las clases medias, al ver que la complicidad de la autoridad electoral, la del Ministerio Público y del gobierno tirarán al tacho de la basura nuestro derecho a la autenticidad electoral y nos impondrán de presidente al títere de un libreto autoritario neo senderista.
¿Peleamos o nos vamos?
Todos podemos pelear, entendiéndose este verbo en el sentido de defender nuestro país, nuestras libertades, nuestra democracia, nuestro futuro y nuestro destino. No todos se podrán ir del país en busca de otras opciones.
Sin embargo, pelear será difícil.
Vean a Richard Muro Macedo, un peruano que decidió salir a defender su voto y la democracia junto a su esposa y sus familiares, a quienes el neo senderismo los atacó con palos, piedras y látigos en pleno Jirón de la Unión, como ajusticiaba sendero en los andes en los 80s. Esos que ahora atacan con palos y piedras, en semanas controlarán la policía, el ejército, la SUNAT y todo el aparato estatal.
Miren a los periodistas de Willax, a quienes la osadía de denunciar la corrupción en vacunas, votos, cupcakes, planillas y a los Dinámicos del Fraude ya los puso en la picota, a pedido de los mismos investigados, a quienes el sistema de justicia hace caso de inmediato.
Vean a los empresarios WONG (cuyo coraje parece estar ausente en las cúpulas empresariales limeñas), que han sostenido una ventana libre en el país a costa de ponerse en vitrina para el apedreo de sus centros comerciales, terminales, empresas e inversiones y de la persecución política que se les viene.
Miren al Juez Electoral Arce, a quien salvar su voto y no avalar el fraude le cuesta la inmediata respuesta de los comedidos de la JNJ que al mismo tiempo que se apuran para desaforarlo, duermen sobre los expedientes de los jueces corruptos a los cuales no destituyen pese a los meses de sueldo que ya han cobrado.
Vean a Beto Ortiz, al periodista Carlos Paredes, a Manuel Merino, a Antero Flórez Araoz, a todo el que se atreve a disentir, discrepar u obrar en contra de la argolla caviar y del neo senderismo. El escarnio público, la destrucción mediática, el ataque físico y la amenaza de la cárcel es la respuesta a su pelea por la democracia.
Pelear será difícil. Estamos avisados. Sin embargo, para quienes no puedan tomar maletas y buscar otros aires, que son la mayoría de los peruanos, no habrá otro camino. Tendrán que hacerlo. Tendrán que aprender a defender la democracia, sin violencia, pero con firmeza, con energía. De lo contrario, tendrán que esperar décadas en silencio, de rodillas, para que al igual que los cubanos, sólo el hambre les haga comerse el miedo a una dictadura y salir recién a pelear por su libertad. Lampadia