Es lamentable que el 2018 sea conocido en el Perú como el año en que, por primera vez en este milenio, la pobreza monetaria en el Perú ha subido. El año pasado, la pobreza llegó a 21.7%, siendo Lima la región donde hubo mayor incremento. Según la Encuesta Nacional de Hogares que realiza el INEI, en el año 2017, la pobreza se incrementó en 1% con respecto al año anterior.
Quizás es más lamentable aún que, según el INEI, el 40% de los pobres en el Perú se conforma de niños y adolescentes.
En el Informe Técnico del INEI titulado “Estado de la Niñez y Adolescencia”, se analizan sus indicadores de población, educación, salud, cobertura de programas sociales y actividad económica.
Salud en Hogares con niñas y/o adolescentes
Uno de los datos más impactantes del informe es que “en el 32.9% de los hogares integrados por niñas, niños y/o adolescentes, existe al menos un menor de 18 años de edad con déficit calórico; siendo mayor en el área rural (33.5%) que en el área urbana (33.2%) y Lima Metropolitana (32.0%)”, según afirma el informe.
Quizás aún más sorprendente es que los hogares que acusan cifras tan altas de déficit calórico sean las que se benefician de al menos de un programa alimentario (51.7% de hogares), como Vaso de Leche, Comedor Popular, Wawa Wasi, entre otros. Entonces, queda claro que estos programas sociales NO están funcionando.
Vale la pena recordar que fue en el 2011 que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) dejó de distribuir sulfato ferroso y las chispitas de hierro y, además, cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), el cual fue reemplazarlo por algunos nuevos programas que claramente no están mostrando resultados. Ver en Lampadia: No se puede jugar con las cifras de desnutrición infantil.
Este grave problema ya lo veníamos anunciando en Lampadia (ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo), donde afirmamos que en el Perú el 2011 marcó dos puntos de inflexión, uno social y otro económico, que fueron causados por el ‘gobierno de la inclusión’. En el aspecto social, se produjo un punto de quiebre en la reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011. Y en lo económico se paró la inversión minera y toda la cola de inversión en el resto de la economía.
En el Perú, la anemia ha sido mayor al 40% en los últimos diez años, lo cual constituye un problema de salud pública que afecta a niños y gestantes de bajos recursos. De acuerdo a un estudio del INEI, la anemia afecta a más cuatro de cada diez niños menores de tres años de edad a nivel nacional, es decir, este año se estaría retrocediendo a niveles de hace cuatro años:
- Entre el 2017 y el primer semestre de 2018, la anemia en el Perú pasó de 43.6% a 46.6%, habiendo subido desde 41.6% el 2011.
- A nivel urbano el deterioro de la salud infantil pasó de 37.5% el 2011, a 44.7% el 2018, pasando por 40.0% el año anterior.
- A nivel rural, el 2011 teníamos un 49.6% y 53.3% el 2017, mejorando ligeramente el 2018 a 51.9%.
La verdad es que, más allá de la anemia, el 53.9% de la población menor de 18 años de edad padece algún problema de salud (entre las opciones que analiza el INEI están: síntoma o malestar, enfermedad, recaída de enfermedad crónica y/o accidente). Por otro lado, la prevalencia de algún problema de salud fue mayor en las niñas, niños y adolescentes de Lima Metropolitana (56.3%), que en el área urbana (sin Lima Metropolitana) (56.2%) y el área rural (47.8%).
De los niños adolescentes con algún problema de salud, estas fueron las principales razones por las cuales no asistieron a algún establecimiento de salud:
La Educación en Hogares con niños y/o adolescentes
Otro punto importante es la educación de los jóvenes. Lo positivo es que la tasa neta de asistencia escolar en menores de edad ha aumentado en todos los rangos, como se puede ver líneas abajo:
Pero lo preocupante son las razones por las que la población en edad escolar de 3 a 16 años, afirmaron no asistir a un centro de enseñanza: No existe un centro de educación básica en el centro poblado (33.5%); Falta de dinero/Actualmente trabaja (27.6%), Problemas familiares/No le interesa o no le gusta el estudio/Bajas notas/Quehaceres del hogar (11.4%), entre otros.
Se tiene que ver la realidad. El Estado no está tomando las medidas correctas. Hay que reaccionar de una vez y brindarles a nuestros niños todas las herramientas para que lideren el Perú del futuro. Lampadia