Ing. Antonio Pratto
Miembro del Comando Vacuna
Para Lampadia
La semana pasada Rusia y Reino Unido iniciaron la vacunación masiva de sus ciudadanos con vacunas aprobadas por sus autoridades sanitarias. China ya lo había hecho con vacunas experimentales antes de su aprobación. En Estados Unidos se inició esta semana con mucho protocolo, solo comparable a la vacunación contra la polio en abril de 1955. En nuestro “vecindario”, los presidentes de Brasil, México, Argentina y Chile anunciaron que la vacunación empezaría antes de fin de año en sus respectivos países.
¿Qué pasó en el Perú? Nuestras autoridades, las que se fueron hace un mes, nos anunciaban que la vacuna estaba a la vuelta de la esquina. Según el portal del MINSA habían negociado con 20 laboratorios, habían firmado 13 acuerdos de confidencialidad y seguían negociando con 10 laboratorios.
A inicios de junio de este año, en las páginas de este mismo medio, mi amigo, el Ing. Raúl Delgado Sayán, en un sobrio y detallado artículo nos hizo conocer que las vacunas contra el Covid-19 ya existían, dando inicio, además, a un grupo de trabajo que la prensa bautizó como el Comando Vacuna. (VACUNACION COVID 19. En el mundo ya tiene fecha: Setiembre 2020. Y en el Perú (¿?)). Cuatro ciudadanos independientes que nos juntamos para tratar de poner en la agenda nacional el tema de las vacunas, al tener conocimiento de los avances del desarrollo de éstas en todo el mundo y la poca, o casi nada información que se tenía en el país.
Desde esa fecha alertamos a la ciudadanía y a las autoridades encargadas de la gestión de la vacuna, que en diciembre tendríamos tres o cuatro vacunas listas para su uso y que era muy importante firmar acuerdos de compras por adelantado con varios laboratorios para, de esa forma, asegurar suficientes dosis de vacunas, ya que la demanda a nivel mundial aumentaba a una velocidad inusitada.
Es probable que las autoridades encargadas de esta gestión no creyeran en nuestro mensaje, pero lo cierto es que el tiempo, lamentablemente nos dio la razón, hoy estamos al final de la fila.
No solo alertamos al gobierno de la alta probabilidad que los laboratorios tuviesen lista una vacuna para diciembre, sino que también les ofrecimos, con la participación del sector privado, apoyo en la planificación logística. Sin embargo, inexplicablemente nunca tuvimos respuesta. Esto nos demostró su aversión a alguna eventual alianza público-privada tal como se dio en otros países, la Operación Ward Speed en los Estados Unidos o el CAVEI (Consejo Asesor de Vacunas e Inmunizaciones) en Chile, ambas alianzas público-privadas para acelerar el desarrollo, adquisición y logística de la vacuna.
En nuestra opinión, la Comisión Multisectorial no se atrevió a firmar acuerdos de compra por adelantado por el riesgo que esto implicaba, a pesar de que se promulgó el Decreto de Urgencia 110 justamente para permitir que esto ocurra. Pero el principal error fue que los “expertos” del MINSA estaban buscando la vacuna más eficaz y segura. ¿Como evaluar la mejor vacuna cuando ninguna había terminado la Fase 3 de investigación? La mejor vacuna se conocerá dentro de 2 o 3 años cuando se determine la eficacia y seguridad a largo plazo. Justamente los acuerdos de compra son a riesgo, si la vacuna no fuese aprobada por la autoridad regulatoria del país de origen, sencillamente esa vacuna no se compra. Obviamente esta probabilidad es mínima en la última Fase la investigación. Eso sencillamente no lo entendieron.
Las actuales autoridades trataron de seguir con el mismo discurso hasta que se dieron cuenta de la pobre gestión de la Comisión Multisectorial creada para gestionar las vacunas, que no fue capaz de lograr acuerdos de compra para asegurar cantidades suficientes de vacunas, como lo hicieron la mayoría de los países señalados en el cuadro anterior.
Haber podido tener acuerdos de compra firmados con varios laboratorios nos hubiera permitido iniciar la vacunación antes de fin de año, como lo van a hacer varios de nuestros vecinos. La vacunación va a ser la única solución para terminar definitivamente con esta pandemia y evitar más muertes de compatriotas e iniciar de una vez por todas la apertura de la economía, para salir de una de las peores crisis económica de la historia, que, a la larga, va a matar más personas que el propio virus.
El presidente Sagasti y la Primera Ministra han tomado el liderazgo del tema de la vacuna tratando de recomponer el desastre heredado, aunque van a tener que usar sus mejores armas para convencer a los pocos laboratorios que tengan disponibilidad de vacunas para el primer trimestre del próximo año, todavía estamos a tiempo, después sería demasiado tarde.
Por otro lado, se ha retomado el contacto con el sector privado para colaborar en el apoyo logístico del proceso de vacunación donde se incluirá:
- Plan estratégico para determinar actividades, tiempos y responsables de todos los procesos desde la llegada de la vacuna hasta la inmunización.
- Apoyar en la cadena de frío complementando la infraestructura con la que cuenta el MINSA y tomando las precauciones de evitar contaminaciones cruzadas.
- Ofrecer un potente software de Geolocalización para la eficiente ubicación de la población en los sitios más alejados del país.
La pandemia desnudó la precariedad de nuestras instituciones, pero sería inmoral si no aprendemos de los errores cometidos. Hay que mirar hacia adelante y salir de esto lo mejor y más rápido posible, existe la voluntad de hacerlo. Pero está claro que esto no evitará que sintamos rabia e impotencia cuando dentro de pocas semanas se inicie la vacunación en países vecinos. Y el Perú, habiendo tenido la opción a hacerlo, tendrá que esperar varios meses más, debido a la incapacidad o peor aún, a la indolencia de nuestras autoridades. Terminaron con nuestras esperanzas de volver a la normalidad en el momento que debimos hacerlo. Lampadia