Jaime Spak
Para Lampadia
Uno de los temas mas recurrentes en los debates previos a las elecciones, ha sido el tema de salud.
La pandemia nos ha abierto los ojos de lo precario que es nuestro sistema. El 95% del sistema de salud es publico y las condiciones son deplorables, con colas interminables para la atención, carencia de médicos y sin medicinas.
Tenemos que rendir un muy sentido homenaje a los mas de 400 heroicos médicos, que perdieron la vida durante la pandemia tratando de salvar la de los peruanos de toda condición social.
Esta vez, quiero referirme a un tema muy especial y es a los médicos solidarios. Un importante porcentaje de jóvenes médicos al momento de egresar, desean hacer su internado y capacitación en países extranjeros. Muchos no regresan al Peru.
Por ello, me voy a referir a tres casos que conozco de cerca y que pueden servir de ejemplo para intentar hacer un cambio en la actitud de la medicina con la sociedad.
En la ciudad de Filadelfia en USA vive un médico peruano, el doctor Jack Ludmir, quien luego de estudiar un par de años en Lima, siguió sus estudios en las mejores universidades del estado de Filadelfia. Este doctor de 65 años ha sido jefe de neonatología de importantes hospitales, como de la universidad de Harvard, y dos en Pennsylvania. Es una eminencia en neonatología de alto riesgo, y paralelamente a su esforzada labor dicta conferencias en los mejores hospitales del mundo.
Pues bien, hace mas de 15 años, junto a otro doctor americano crearon “ Puentes de Salud“ , una organización sin fines de lucro que promueve la salud y el bienestar de la comunidad Latina inmigrante del sur de Filadelfia, los interesados pueden ingresar a www.puentesdesalud.org y verán el admirable trabajo que realizan, atendiendo gratuitamente a indocumentados de países de centro y sud América . La cadena de televisión HBO realizo un programa especial dedicado a este trabajo, que lo llamo Clínica de Migrantes.
El doctor Ludmir dedica un día de la semana, junto a su esposa Blima, a atender consultas en Puentes de Salud, es decir una eminencia de la medicina atiende a gente indocumentada sin cobrar nada y dándoles el mismo cuidado que le daría en un hospital de primer nivel.
Adicionalmente, el doctor Ludmir acoge anualmente a jóvenes doctores que desean especializarse de diferentes países, pero dando un especial apoyo a los que vienen de Peru.
Esta labor silenciosa y heroica ha hecho que sea una de las personas mas admiradas de su comunidad. En muchas oportunidades ha venido a Peru, a colaborar con hospitales como Cayetano Heredia y San Bartolomé, para lograr apoyarlos en acuerdos que los puedan favorecer. Muchas veces se encontró enfrentando a la burocracia ministerial que le puso dificultades para la ayuda que podía lograr.
El otro caso es justamente de un joven doctor peruano que recibió su capacitación en el hospital del doctor Ludmir y me refiero al doctor Mauricio La Rosa, quien junto con su esposa también medico Camille Webb, decidieron regresar al Peru a apoyar en la creación de la difícil especialidad de medicina materno fetal y ella en su especialidad de infectología.
Teniendo un gran futuro en los Estados Unidos, estos jóvenes doctores decidieron regresar a Peru y hoy en día, el doctor La Rosa es jefe de esta especialidad en una importante clínica privada. Es decir, más ha podido ese afán de ayuda al prójimo que de quedarse en un país desarrollado y obtener experiencia y una situación mucho mas cómoda que la que le ofrece el Peru.
Nuestro tercer caso, es de una doctora que realiza ecografías en una clínica local, la doctora Rojas, quien junto con 6 colegas han decidido dar una mañana o tarde de su tiempo para atender a gente sin recursos con la misma dedicación y tecnología que utiliza para sus habituales pacientes.
Entonces pensamos, si se hace una labor social similar en todas las clínicas privadas del Peru, estaríamos contribuyendo a mejorar la calidad de atención de personas sin recursos.
Siendo la atención publica abrumadoramente mayoritaria, el nuevo gobierno debe de tener como meta, hacer una posta médica equipada con lo esencial en cada distrito del Peru, para una atención primaria importante y policlínicos para atenciones más complejas en cada provincia, para que los habitantes de cada región puedan acceder a una atención de primer nivel y no tengan que acudir a los hospitales regionales y colapsar sus aforos.
Con esto lograríamos que los médicos peruanos tengan un lugar privilegiado de trabajo en estas postas y hospitales, para que los peruanos no tengan que acudir a los grandes hospitales públicos para su atención.
Gran cantidad de doctores recién egresados podrían percibir un futuro mejor en cada región del país, y estos hospitales o postas deberían de tener un presupuesto especial, para darles un sueldo digno y que no tengan como meta salir de la región o del país.
Hay muchas maneras de poder lógralo, con dinero del canon, con obras por impuestos, y con un porcentaje del presupuesto de los gobiernos regionales.
No estoy hablando de cosas irrealizables, como siempre indico el único requisito es hacerlo de manera honesta.
Necesitamos aparte de todo este laberinto político, pensar que luego de culminado este proceso electoral, la gente se seguirá enfermando y será tarea del futuro gobierno preocuparse por dar la mejor atención a nuestros compatriotas. Lampadia