Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
¿Qué significa cruzar el Rubicón? Iniciar irrevocablemente una empresa de arriesgadas consecuencias.
Como cuando el emperador Julio Cesar atravesó el Río Rubicón con sus tropas, declarando la guerra civil: “alea jacta est” (la suerte está echada).
Como comentó Mirko Lauer en su columna: El complot, en La República el 9 de febrero pasado, parece que el gobierno de Castillo habría cruzado -fallidamente- el Rubicón, con el nombramiento de Valer en la PCM.
“¿Hubo un intento real de cerrar el Congreso? A juzgar por los comentarios post factum de Héctor Valer, intento hubo. Lo que faltó fue un manejo mínimamente hábil de las cosas. Desde que la derecha parlamentaria, apenas instalada, proclamó su deseo de vacar a Pedro Castillo, él y su entorno sueñan con un mundo sin congresistas.
Todo sugiere que Valer llegó a la PCM con el encargo de provocar a los opositores y precipitar una negativa de la confianza, como antesala de la disolución del Congreso. Pero los organizadores no esperaban que el abogado revelara las cartas del complot de forma tan precipitada, ni que fuera políticamente tan frágil.
El frustrado cierre del Congreso nos deja con la imagen de un Castillo dispuesto a poner en marcha un putsch, pero sin capacidad de llevarlo a buen término. Sus limitadas habilidades son lo único que lo separa de lanzar emprendimientos orientados hacia un poder personal sin limitaciones democráticas. (…)”.
Concuerdo con el análisis de Lauer, Castillo habría pretendido cruzar el Rubicón y declararnos la guerra a los demócratas, a la gran mayoría de peruanos que no acompañamos al presidente, su camarilla y sus asesores cubanos, en el intento de refundar el Perú.
El ‘Pueblo’ se aleja cada vez más del gobierno de Castillo y Perú Libre, peri el gobierno no toma nota del sentir popular. Pretendería imponer su agenda máxima, la de insistir con la asamblea constituyente para tomar el poder absoluto. Como a estas alturas ya saben que no podrán hacerlo por la vía de la Constitución y las Leyes, antes de perder más popularidad y respeto en el ámbito internacional, parece que estarían apurando su afrenta antidemocrática.
Pero los ciudadanos tenemos las cosas más claras, veamos una última lectura de la opinión pública recogida por Ipsos – El Comercio:
Como podemos leer, la población le dice al gobierno que su proyecto político refundacional no merece el mínimo de atención, incluso en el revoltoso Sur, donde solo un 13% considera que debe dársele algo de atención.
El que por ahora haya fallado el putsch que menciona Lauer, no significa que el gobierno haya renunciado a avanzar con su proyecto político anti-peruano, inspirado en un proyecto continental. La delicada presentación del ministro Torres de hace un par de días, previa dosis de pasiflora, sería solo una pausa.
Pareciera que el gobierno ya optó por buscar la ‘solución final’ para la captura total del país: el cierre del Congreso y la imposición de una asamblea constituyente anti-democrática.
Ahora pues no caben más contemplaciones, estamos advertidos en todos los tonos. No van a parar hasta conseguir su solución final.
Posición: Firmes
Compromiso: Como Bolognesi: Hasta quemar el último cartucho
Lampadia