El Estado tiene que dar genéricos gratuitos
Jaime de Althaus
Para Lampadia
Ahora el ministerio de salud ha pasado el número de productos respecto de los cuales las farmacias deben tener genéricos de 40 a 434. Y deben tener un 30% respecto del número que tienen de marca. Claro, el ministerio ha aclarado que no están obligadas a tener los 434, sino que deben ofertar el 30% en genéricos de aquellos de los 435 que ofrezcan.
Por supuesto, como ocurre con los dirigistas, no se percatan de los incentivos y distorsiones que generan cuando interfieren en las decisiones de una empresa privada. Si esa es la norma, el incentivo será tener la menor cantidad de esos 434 productos para disminuir la probabilidad de que las inspecciones me encuentren en falta. Inspecciones por demás arbitrarias, como se ha documentado innumerables veces, porque los inspectores de las oficinas regionales de las Regiones interpretan cada uno como puede o como quiere la norma a fin de detectar falencias y eventualmente recibir un pago a cambio de no ver. Una multa por esas razones puede dejar a una botica al borde de la quiebra.
Y eso por no cumplir con una norma que en algunos casos puede ser incumplible para una farmacia independiente sin mayor espalda financiera. Se trata de una obligación claramente discriminatoria contra el 70% por lo menos de farmacias o boticas que no forman parte de cadenas importantes. Es un abuso.
Además, es un abuso consciente y deliberado, pues el ministro justificó la medida con el argumento de que “le va a doler a las farmacias”. Por eso la dio. Increíble. Sólo eso amerita una interpelación y censura por parte del Congreso. No puede haber un ministro que se ufane de torturar a las empresas de su sector.
El decreto de urgencia es puramente demagógico, sin estudio alguno que lo sustente. Para comenzar, se ha violado la ley que exige la aplicación de un Análisis de Impacto Regulatorio antes de emitirlo. Eso del 30% de genéricos es un número mágico sin ningún análisis. Se pudo hacer una evaluación del impacto del decreto anterior, pero nada.
Pero, además, el DU conseguirá lo contrario de lo que busca, que es “garantizar el acceso a medicamentos genéricos a la población”. Pues el gobierno le está diciendo a la gente que le garantiza que va a seguir haciendo gasto de bolsillo para adquirir los genéricos, cuando debería recibirlos gratuitamente en los establecimientos del Estado.
Y ese es exactamente el tema. En lugar de obligar a la población a pagar por genéricos en las farmacias privadas, debería ofertarlos gratuitamente.
Para eso tiene un presupuesto de más de 1,000 millones de soles que alcanzaría de más si la compra y distribución de los medicamentos fuera concesionada a una empresa privada como hace Essalud con Salog para Lima Metropolitana, que funciona de maravillas.
O si le delegara a las farmacias el expendio de esos medicamentos. Mas aun, podría el MINSA delegarle a las farmacias el primer nivel de atención de salud, destinando un médico a cada una de ellas, considerando que casi la mitad de quienes tienen un problema de salud en la práctica no van a una posta o a un establecimiento de salud sino directamente a una farmacia a atenderse.
El Congreso tiene que tomar este asunto en sus manos y derogar el mencionado decreto de urgencia que es un despropósito antipopular, y legislar para que el sector adopte las estrategias de distribución que hemos reseñado a fin de asegurar medicamentos gratuitos para todos. Eso es lo que importa. Lampadia