Alejandra Benavides
Para Lampadia
El lema del ex presidente Fernando Belaúnde, era “trabajar y dejar trabajar”, refiriéndose a las funciones del Estado y la empresa privada. Justamente fueron el intervencionismo estatal heredado de la dictadura comunista militar de Velasco y su falta de decisión para privatizar y adelgazar el Estado, lo que no lo dejó trabajar.
En 1980 habían alrededor de 200 empresas estatales, con pérdidas acumuladas desde 1968 por US$2,500 millones (US$18,780 millones en dólares actuales). Además, la planilla pública se incrementó en ese mismo período en 83% (en número de puestos de trabajo). Un gran error de Belaúnde fue tener a Alva Orlandini cerca y como 2do vicepresidente – alguien que siempre estuvo del lado del intervencionismo estatal, buscando colocar a sus allegados en las diversas empresas estatales y para mala suerte, éste es el referente del hoy candidato a la presidencia de Acción Popular, Yonhy Lescano.
Yonhy Lescano ha estado en el Congreso por casi 20 años, y ha logrado popularidad por su constante negativismo, su oposición a todo lo que no venga de su propia boca, y por haberse acomodado inteligentemente como Presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor. Yonhy se autodenomina “el defensor de la economía de las familias”, cuando claramente es un obstructor del desarrollo y enemigo de la empresa privada.
Se dice democrático, pero desde el congreso, fue impulsor del cierre inconstitucional del mismo para la posterior convocatoria a elecciones generales para su propio beneficio. Pero claro, encontró una posición como asesor del congresista Fredy Llaulli, desde donde se dice hizo de lobbyista, y traficante de influencias aprovechando su posición.
A pesar de ser un vividor del Estado por largos años, Yonhy aparece como el abanderado de la lucha anticorrupción y busca vincularse con los más pobres y vulnerables, dibujándose como una víctima. A principios de 2020 dijo que sólo tenía en su cuenta de ahorros s/.415, pues asegura que sus litigios legales por la denuncia en su contra por acoso sexual a una periodista mermaron su economía familiar – aún cuando su defensa la asumieron él y su esposa chilena. Muy raro para alguien que ha recibido más de US$2 millones del Estado sólo en salarios, así como para alguien que se apropió de la herencia de sus hermanos, quienes lo denuncian de haberse hecho de la herencia de su madre, falsificando documentos – inclusive con un testimonio firmado en notaría por su hermana Vasty Lescano, quien en dicho momento cumplía condena de 20 años por terrorismo, como integrante de Sendero Luminoso.
Su plan de gobierno se basa en una Nueva Constitución y niega el éxito económico y social que trajo dicha constitución. Yonhy desconoce cifras oficiales de instituciones autónomas como el BCR y el INEI y dice no creer en los números y que “hay cifras y hay cifras” (ver entrevista en Panorama del 07/02/2020). Para sostener sus propuestas intervencionistas se escuda en la OCDE, práctica hoy muy común entre Congresistas y Políticos que ni siquiera saben lo que es la OCDE. Sin embargo, no puede controlar frases como “se debe obligar a los empresarios a invertir”, ¡habrá que entender su definición de empresarios!, y su ideal de tener un Banco de la Nación que funcione como banco comercial (ej. el costo aprox. de una transacción en ventanilla en un banco privado es de $1.3, mientras que en el Banco de la Nación es $4). ¡Se olvida de las enormes pérdidas por malos préstamos que tenía ese Banco y la Banca Asociada en el Gobierno de Belaunde! Dice que creará 5 millones de puestos de trabajo a través de la inversión pública, ¿quién lo pagará?
Yonhy Lescano no es Belaúnde. Yonhy Lescano es Verónika Mendoza en versión masculina. Lampadia
Referencias
http://ipe.org.pe/wp-content/uploads/2009/07/revolucion20velasco.pdf