Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia
Lo que hemos vivido en los últimos años y especialmente en las últimas semanas es una verdadera pesadilla que fácilmente podría ser argumento de una serie policial o de mafiosos de Netflix. Yo prefiero pensar que se trata de una pesadilla porque cuando uno se despierta de una todo vuelve a la normalidad.
También prefiero pensar que nuestra normalidad no es la que vivíamos los meses previos a la pandemia, sino el periodo de crecimiento, modernización y reducción de la pobreza que vivimos entre 1994 y 2012, donde prácticamente no importaba quien estuviera en el gobierno de turno, porque el desarrollo y progreso del país era independiente de la política. Parecía que empezábamos a madurar como país.
Esa positiva normalidad se frustro por una elección fallida. Usamos mal nuestro derecho al voto porque no nos informamos bien o porque nos engañó el populismo. Elegimos equivocadamente a un gobierno manejado por personas improvisadas, sin preparación ni experiencia ejecutiva, sin plan de gobierno coherente, sin equipo idóneo y con muchas ansias de poder y ambiciones personales. ¡Fallamos!
Solo bastó un periodo de gobierno equivocado para frenar el desarrollo y ponernos nuevamente en la senda del retroceso y el caos. La falta de moral y ética, la ignorancia, la corrupción, el populismo barato, las agendas individuales y la impunidad han hecho que la política retome un papel preponderante en la marcha de nuestro país. Por eso nos encontramos viviendo un escenario caótico y vergonzoso de crisis política que, junto con la pandemia, han generado también sendas crisis social y económica.
Este escenario tiene a la gran mayoría de la población desmoralizada, frustrada y tremendamente molesta. Sólo una minoría de malos peruanos que no tienen moral ni vergüenza están irresponsablemente contentos con esta situación. Esto no es culpa de los peruanos, es culpa de un pésimo gobierno que incluye a todos los poderes del estado, así como a las entidades públicas. ¡No hay derecho!
Sin embargo, todo parece indicar que estaríamos tocando fondo, lo que podría significar que tenemos una sola dirección hacia adonde ir…hacia arriba. Esta situación no es nueva para los peruanos, que antes hemos vivido y superado cosas peores. La última vez que lo hicimos fue a partir del año 1992, cuando logramos recuperarnos de la terrible peste del terrorismo y de la peor crisis económica de nuestra historia republicana.
Como comenté en mi último artículo de Lampadia (Voz y Voto 3-9-20), tenemos una gran oportunidad de iniciar el cambio y deshacernos de todas las taras y de los malos peruanos que están afectando nuestro bienestar y progreso. Me estoy refiriendo al próximo proceso electoral que se realizará en solo 7 meses. Por eso debemos dejar atrás la pesadilla y el pesimismo, decir YA BASTA, y desde hoy participar activa, valiente y colectivamente utilizando las dos armas con que contamos: Nuestra voz y nuestro voto.
El domingo 11 de abril del 2021 serán las elecciones presidenciales y congresales. Una gran oportunidad de hacer patente nuestro derecho de elegir a quien nos pueda regresar a la normalidad y de castigar a todos los que nos han hundido en esta profunda crisis con su ineptitud, irresponsabilidad y delincuencia. No es un tema entre izquierdas, derechas o centros, es un tema entre los buenos peruanos que queremos el bienestar y progreso del país y los malos peruanos que solo quieren el provecho propio a cualquier costo.
Para esto vamos a tener que lidiar con las normas que han sido amañadas a su favor por los malos políticos. Por eso tenemos que actuar colectivamente y utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance, para conseguir que el nuevo presidente del Perú, su equipo de gobierno y los nuevos congresistas sean personas idóneas, con experiencia, comprobada ética y moral y con claras intenciones de trabajar para el Perú y los peruanos y no para su propio beneficio.
Para eso tenemos que utilizar la fuerza de nuestra voz para demandar y exigir nuestros derechos. Hagámoslo publicando artículos en los medios, denunciando, criticando y promoviendo acciones populares en las redes sociales. Pasemos el mensaje boca a boca que es un medio muy potente. Hablemos con nuestros familiares, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo y consigamos que ellos a su vez lo hagan con sus familiares, sus amigos y sus compañeros de trabajo. ¡ALCEMOS NUESTRA VOZ, ES NUESTRO DERECHO!
Lo primero que debemos exigir de manera urgente, es que el congreso cumpla con su mandato de aprobar a tiempo la reforma política para que pueda ser utilizada en las elecciones de abril. Uno de los temas principales que debe aprobarse es la eliminación del nefasto voto preferencial. Está muy claro que hay varios partidos y congresistas interesados en no aprobarlo por conveniencia propia, por eso tenemos que estar muy atentos e identificar quienes son para castigarlos en la próxima elección. Basta de dedicarle tiempo a temas populacheros y enfoquen en los temas verdaderamente importantes. También deben aprobar las reformas del estado y la de justicia, pero la urgente en estos días es la política. Levantemos nuestra voz y exijamos la reforma a tiempo.
El segundo tema para el cual podemos utilizar nuestra voz es para exigirle a las autoridades electorales (Jurado Nacional y ONPE) que cumplan a cabalidad y con profesionalismo el rol que les compete. No solo deben asegurar una elección limpia y transparente, sino que deben garantizarnos que los partidos y las personas que se presenten como candidatos, pasen todos los filtros requeridos para demostrar su idoneidad y probidad y que esto se haga a tiempo (pre y no post elecciones). En este frente una asesoría o asistencia de expertos internacionales sería muy recomendable.
Nuestra voz también será de muchísima utilidad para educar a los votantes para que emitan su voto muy bien informados y sin ser manipulados por propuestas populistas y demagogias. Que conozcan bien los pasados de los partidos que participan, los planes de gobierno que proponen y sobretodo la idoneidad de los candidatos que se presentan. Eduquemos a todos los que podamos, para que no equivoquen su voto.
A los partidos políticos que participen tenemos que exigirles que cumplan estos tres requisitos fundamentales:
(1) Presentar públicamente su Plan de Gobierno y colgarlo en las redes sociales, para que la ciudadanía los pueda analizar. Esto debe ser hecho por lo menos cuatro meses antes de las elecciones.
El plan deberá incluir obligatoriamente estas cinco partes:
- Resumen ejecutivo (porque no todos tienen el tiempo necesario para leer todos los planes en detalle).
- Propósito Nacional y Valores.
- Análisis de Fortalezas y Debilidades (Con sus respectivos Planes de acción para aprovechar adecuadamente las primeras y combatir / eliminar a las segundas).
- Planes Sectoriales (Con prioridades, cronogramas y planes de financiamiento).
- Compromiso de cumplimiento del plan firmado por todos los candidatos del respectivo partido.
(2) Presentar sus candidatos a presidente, vicepresidentes, congresistas y también a su equipo principal de gobierno. En todos los casos se debe publicar en redes las respectivas hojas de vida, que demuestren la idoneidad y la experiencia de la persona. El partido deberá comprometerse a recibir y responder los comentarios y denuncias del público sobre esta información.
(3) El partido deberá adherirse y firmar un pacto OBLIGATORIO de no agresión, transparencia y ética durante todo el proceso electoral.
El 11 de abril del próximo año, vayamos a votar muy bien informados, con la frente en alto y digámosle YA BASTA a los malos e improvisados políticos y funcionarios públicos que nuevamente nos han arrastrado a esta situación de la cual solo ellos se aprovechan irresponsablemente. Lampadia