Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 13 de agosto de 2021
Para Lampadia
El cinismo de nuestros nuevos gobernantes no tiene límites. El presidente Castillo es un doble filo convicto y confeso. Aunque no sé por qué se sorprenden algunos. ¿Acaso no recuerdan cuando se tiró al suelo para fingir una agresión policial inexistente? Me refiero a la viralizada imagen que circuló por todo el Perú durante la huelga magisterial del 2017; aquella que el propio Castillo – aliado con los senderistas del MOVADEF y CONARE SUTEP – impuso en todo el país… a la bruta.
Y ¿qué decir de Guido Bellido, flamante presidente del Consejo de Ministros? Cuando el periodista Enrique Castillo le preguntó por qué no se permitía a la prensa cubrir eventos públicos, como la juramentación del Gabinete Ministerial o el reconocimiento del presidente Castillo como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, respondió: por la pandemia. ¡A tanto puede llegar la hipocresía de ese sujeto!
Además de cínicos y mentirosos, Castillo y Bellido están violando nuestros derechos constitucionales – y universales – “a investigar y recibir informaciones y opiniones, y de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión”, tal como consta en el Artículo 2.4 de nuestra Constitución y en el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Otra perla mayor es la Comisión Ministerial que va a investigar el alza del dólar. Al respecto, cabe la pregunta ¿son… o se hacen? ¿Acaso no saben que son ellos mismos – el presidente y sus ministros – los causantes del alza del dólar, y la consecuente subida de precios de los alimentos, combustibles, y todo lo demás?
Una más… a santo de qué se ordena la intervienen a la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE). ¿Acaso no estaban investigando al presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón; al presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido; y al Congresista por Perú Libre, Guillermo Bermejo, por sus innegables vinculaciones con el grupo terrorista Sendero Luminoso? ¿Son tan cínicos? – nos preguntamos los peruanos respecto del presidente Castillo y sus allegados.
La última. La más cínica de todas: atribuirle a la Agencia Central de Inteligencia de los EEUU – a la CIA – la creación de Sendero Luminoso. Tamaña hipocresía le corresponde a Héctor Béjar, ministro de Relaciones Exteriores.
Ojo, pestaña y ceja. Estamos frente a un patrón de comportamiento cínico – recurrente – de parte de la gran mayoría de nuestras autoridades políticas. Y ante tantas ridiculeces, todos sacan a relucir su hipocresía. De rey a paje… todos, lo cual es muy peligroso para nuestra democracia.
¿Qué hacer? Luchar. ¡He ahí el deber sagrado que tenemos que cumplir! Como el gran Coronel Don Francisco Bolognesi en la heroica gesta de Arica. Luchar contra el terrorismo. Defender nuestros derechos a la libertad de expresión y opinión. Concretamente, defender a los periodistas de medios televisivos, radiales y escritos que también están librando la batalla contra la corrupción en el Gobierno.
Colaborar con el Ministerio Público – y apoyarlo moralmente – en el proceso de investigación contra la Organización Criminal Los Dinámicos del Centro. Y que caigan los que tengan que caer. Ahí están todos: Cerrón, Boluarte, casi todos los ministros, varios congresistas de Perú Libre… y hasta el propio Castillo. Investigar y desenmascarar las irregularidades cometidas en los nombramientos de funcionarios de alto rango del Gobierno.
Apoyar al Señor Lucas Ghersi en la recolección de firmas para evitar la inconstitucional “Asamblea Constituyente Plurinacional”. Reivindicar a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales ante las frecuentes humillaciones recibidas de parte del Gobierno. Respaldar a los congresistas que planteen censuras ministeriales, sobre todo a los que planteen la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente.
En otras palabras… insurgir contra la corrupción, la prepotencia, y la delincuencia. Insurgir contra la inoperancia del Gobierno… tanto a nivel nacional, como a nivel regional y local. En otras palabras, debemos florecer en el lugar – y tiempo – donde Dios nos ha puesto.
En ese sentido ¡qué hermoso el deber sagrado que tenemos que cumplir! Y que seamos los peruanos del bicentenario los privilegiados de tener que cumplir dicho deber: el deber sagrado de luchar por nuestra libertad, por la paz, por nuestra democracia. El deber sagrado de luchar por nuestro país. Lampadia