Este lunes, Peru21 publicó su encuesta “Pulso Perú”, en la que incluyó una variante de la clasificación de Nolan con la intención de determinar la ideología de los peruanos. Luego, en base a los resultados, este diario y la encuestadora llegaron a conclusiones que no serían representativas del pensamiento político de los peruanos.
El Diagrama de Nolan fue desarrollado por David Nolan (1969), un político libertario (un liberal extremista que creía en la menor intervención posible del Estado en la vida pública y privada). Nolan propuso esta clasificación con la intención de profundizar el análisis de las posiciones políticas debido a que el sistema tradicional de agrupar a la población en “derecha” e “izquierda” resultaba insuficiente para describir el matiz ideológico de los ciudadanos. La “derecha” reunía tradicionalmente a quienes creían en el libre mercado, mientras que la “izquierda” comprendía a quienes pensaban que el Estado debía intervenir determinantemente en el manejo económico. Así, quedaban sin agrupación otras posiciones políticas.
A continuación, se presenta el detalle del Diagrama de Nolan expuesto en la foto superior. En este se puede apreciar claramente que el cuadrante inferior, de alta preferencia por la intervención estatal en la sociedad y la economía, es denominado como “Autoritario” y no “Totalitario”
Asimismo, existen otras adaptaciones donde el término “Totalitario” se encuentra conspicuamente ausente.
El problema está en que este diseño se efectuó para una realidad completamente distinta a la peruana. Por ello, el Diagrama de Nolan presentado por Peru21 presenta errores graves en ciertos aspectos fundamentales de la encuesta elaborada, así como en la manera de presentar ciertos resultados. Como puede apreciarse, Peru21 usa el término “Totalitario”, mientras que ni Nolan, ni otros análisis lo califican así. El Diagrama de Nolan “original”, presentado por su creador, denominaba a este cuadrante como “Autoritarios”.
De la Encuesta en sí misma, se puede hablar mucho más. La Encuesta realizada para el Diagrama de Nolan tiene un número determinado de preguntas sobre temas sociales y económicos (en este caso, diez cada uno). Se plantea una situación (pregunta), y se ensayan tres respuestas posibles (alternativas para que el encuestador escoja). El encuestado opta por la que más se asemeje a su pensamiento. Finalmente, se otorgan puntajes a las respuestas, tras sumar los “puntos” obtenidos se halla en qué “coordenadas” se ubica la persona en el Diagrama.
La metodología empleada es elemental. No se le pregunta al encuestado como se “autodefine”, sino que se busca encontrar su ideología en base a respuestas sobre temas específicos. El esfuerzo recae sobre el que diseña la encuesta, quien debe encontrar temas importantes para la población del ámbito de estudio y proponer respuestas que indiquen una preferencia por la libertad individual, la intervención del estado o ninguna de las anteriores.
Pulso no realizó este trabajo con rigurosidad. Todo lo contrario, copió una encuesta hecha en España y la aplicó en el Perú con ligeros cambios. Por ejemplo, no hace sentido que se haya preguntado a los peruanos sobre si están en contra de la “inmigración” de extranjeros, o que se les interrogue por si están a favor de “limitar la entrada de productos de países subdesarrollados”.
Así se pueden encontrar otras preguntas y otras alternativas de respuestas, que por su formulación recalcan el origen extranjero de la encuesta y el nulo intento de adaptarlas a nuestra realidad. El Perú no es España.
La importancia individual de una pregunta en una encuesta tan breve no debe subestimarse. ¿Cuántas personas de Izquierda, Derecha o Centro han sido clasificadas como “Totalitarias” por una pregunta o dos de diferencia?
El sociólogo, Carlos Reyna, ha señalado que la empresa encuestadora se equivocó “al querer hacer Ciencia Política”. Como señala Exitosa los conceptos utilizados en la encuesta son “un disparate, en especial el de los llamados totalitarios ya que a su criterio [Carlos Reyna], estos ‘apoyan a un partido que se apropia del Estado, como el movimiento nazi y el facista. La definición de totalitario calzaría más bien con lo que es el republicanismo o algunas versiones estatistas. Reyna, además, consideró que ´no existe una ideología de centro’”. Esta declaración contradice directamente a lo sostenido por el Director de Peru21, Juan José Garrido, para quien “en el epicentro del debate socio-económico-político están las ideologías”.
El Perú, sus segmentos emergentes, la nueva clase media o los informales, tendrían una visión poco ideologizada: buscan resultados, no ideologías. El 58.1% quedó definido como de centro sin limitaciones ideológicas, y adaptable a las necesidades específicas de cada situación, compartiendo la idea, sin saberlo, del líder chino Den Xiao Ping quien llevó a la China al capitalismo: “no importa si el gato es blanco o negro, lo que importa es que cace ratones”. Aún así, Perú 21, increíblemente, tituló que “el 51% de la población está en contra del modelo”.
Se debe señalar que la pregunta sobre el modelo económico es tendenciosa. Contrariamente al método empleado para tratar de obtener la ideología del encuestado, en este caso la pregunta fue textualmente: “¿Está Ud. a favor o en contra del actual modelo económico del país?”, dejando de esta manera que el encuestado asuma su propia definición de modelo económico. Una encuesta de Apoyo, durante la última campaña política, profundizaba en el tema de otra manera más representativa (ver cuadro líneas abajo).
Las encuestas son un instrumento que permiten obtener una foto de la realidad, pero así como unos lentes mal medidos empeoran la visión, una encuesta mal realizada distorsiona sus resultados. Aun cumpliendo con todas los requerimientos técnicos, una encuesta diseñada para otra realidad no reflejará la realidad peruana. Recordemos, pues, que el Perú no es España, y que no tiene tantos radicales o totalitarios como se nos ha querido vender. Lampadia