Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia
Las declaraciones del ex jefe de la Dini, José Luís Fernández Latorre, confirman lo que se sospechaba: Pedro Castillo, sus familiares y secuaces usaban el servicio de inteligencia para proteger a los prófugos y para otras actividades ilegales. Fernández, que ahora colabora con la fiscalía, probablemente está revelando una mínima parte de los delitos que se han cometido en esa institución.
El hasta hace poco jefe de asesores de la Dini, el antaurista Gustavo Bobbio, tenía que estar enterado de eso y probablemente era partícipe en el esquema delictivo. Como premio lo han nombrado ministro de Defensa.
Todo esto y la designación de varios otros impresentables en los más altos cargos del gobierno, muestran una vez más que Castillo y su gavilla no respetan las más elementales normas de la democracia. Constituyen una abierta provocación y evidencia que pretenden acabar rápidamente con lo que queda de democracia.
Wilson Barrantes, un general retirado del Ejército, ampliamente repudiado en su institución, es ahora el jefe del servicio de inteligencia. Barrantes tiene una más que oscura trayectoria en el EP, con innumerables acusaciones y varias sanciones, que pudo salvar gracias a la ayuda de su suegro, el general Marciano Rengifo, que luego fue congresista oficialista en el gobierno de Alejandro Toledo y ministro de Defensa.
Peor todavía, en el retiro Barrantes se convirtió en un socio y aliado de la facción de Abimael Guzmán de Sendero Luminoso (Movadef), exhibiéndose con los cabecillas senderistas en muchos eventos. Allí reclamaba la libertad de Guzmán y todos los terroristas presos, así como indemnizaciones para ellos.
Hace poco Barrantes declaró públicamente que en diciembre pasado los enviados de Castillo le ofrecieron la jefatura de la Dini con la condición que entregara doscientos mil soles mensuales a Palacio. Es decir, el diez por ciento de los dos millones de soles mensuales que la Dini tiene para “gastos reservados” y maneja prácticamente sin control.
Es, además, un individuo desquiciado. Recientemente intervino telefónicamente en un programa radial de Exitosa, cuando Karina Novoa entrevistaba a Gustavo Bobbio. Se insultaron groseramente, y Barrantes amenazó a Bobbio con ir a buscarlo a su casa y ejecutarlo.
Ese sujeto es ahora jefe del servicio de inteligencia, que maneja un enorme presupuesto y tiene inmensos recursos en personal y equipos. La Dini, como cabeza del sistema de inteligencia, tiene acceso a la información de todos los servicios de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a los temas más sensibles del Estado peruano. Si eso no es un directo y gravísimo atentado a la seguridad nacional ¿qué lo es?
El anterior jefe de asesores de la Dini, otro general en retiro de repudiada trayectoria en el Ejército, Gustavo Bobbio es ministro de Defensa. Un socio y seguidor de otro alucinado militar retirado, Antauro Humala, a la cabeza de un ministerio tan importante que dirige a las FFAA y tiene también acceso a información muy sensible.
Como viceministro de Gobernanza en PCM han ubicado a Raúl Noblecilla, sobrino del vocero internacional de Sendero Luminoso y socio de Guillermo Bermejo, defensor del narcotráfico y acusado de terrorismo por la Dircote. Ese sujeto se encargará del manejo de los conflictos sociales.
En un gobierno normal, la PCM Betsy Chávez sería inmediatamente censurada porque de ella depende funcionalmente la Dini. En 2015, cuando se reveló que la Dini espiaba a políticos y periodistas, el Congreso censuró de inmediato a la premier Ana Jara.
En este caso eso no ocurrirá porque el Parlamento vive aterrorizado con la muy creíble amenaza de disolución. No se van a atrever a negarle la confianza a Chávez, a pesar que el nombramiento de Barrantes en la Dini es como si en los EEUU hubieran designado a un socio de Osama Bin Laden como director de la CIA.
Una evidencia más que los mecanismos normales de la democracia han dejado de funcionar en el Perú. Y para confirmarlo, el ministro de Justicia ha declarado que no acatarán la decisión del Congreso en el improbable caso que obtengan los 87 votos para vacar a Castillo.
Se acerca el desenlace.
Si las instituciones encargadas de la defensa nacional aceptan que un desquiciado socio de SL dirija la Dini y que un partidario del asesino de policías Antauro Humala se haga cargo de Mindef, es probable que el gobierno siga adelante con su propósito de cerrar el Congreso y luego liquidar la fiscalía y la prensa independiente.
Solo con soluciones radicales se puede resolver esta crisis, con un gobierno transitorio fuerte y con autoridad para limpiar el Estado, infestado de delincuentes y senderistas, reorganizar el sistema electoral y convocar a elecciones limpias. Lampadia