Jaime Spak
Para Lampadia
Cuando era joven recuerdo que mi madre hacia deliciosos potajes y si alguien le hacía alguna pregunta como: ¿Quién preparó esta delicia? inmediatamente contestaba con otra pregunta: ¿No te ha gustado?
Y luego seguía la amena conversación donde le confesaba que ella había hecho el plato en mención y entonces llegaba la pregunta del millón: ¿Me podrías dar la receta?
La respuesta era previsible: eso lo tengo en mi mente y no te la puedo dar porque es secreta.
De repente esa escena puede ser familiar para alguno de los lectores, pero me sirvió para poder escribir este articulo con respecto a cuál debería de ser la receta para un buen gobierno y la receta para lo contrario.
Voy a empezar al revés de lo que contestan cuando alguien le dice: “tengo dos noticias, una buena y otra mala” y uno le dice empieza por la mala.
En este caso empezare por la receta buena, a ver si alguno la comparte conmigo:
RECETA PARA UN BUEN GOBIERNO
- Lo primero que se debe de tener son partidos políticos solidos con cuadros que empiecen a trabajar desde jóvenes para adquirir experiencia.
- Una vez consolidado el partido es importante tener una ideología muy clara para que esta pueda ser trasmitida de generación en generación.
- Tener comités del partido en todo el país con presencia constante de los líderes en las diferentes regiones.
- Participar de las elecciones tanto distritales, provinciales, regionales, congresales y presidenciales con los elementos mas capaces en todas las justas.
- Para ser candidatos deben de pasar por importantes pruebas de capacidad, psicológicas, y declaraciones juradas del patrimonio para poder ver las fortalezas y debilidades de cada uno.
- La prueba psicológica es esencial, pues en ella se pueden apreciar detalles desconocidos de la personalidad, carácter y sobre todo poder prever alguna patología que puede ser fatal si esta persona es elegida para un puesto público.
- Si se logra pasar por estos filtros la posibilidad de encontrarnos con políticos corruptos será cada vez menor.
- Ni mencionare el tema de la honestidad pues ese es el primer requisito para participar en política.
- No seguiré con lo que debe de suceder una vez que son elegidos porque no me alcanzaría este artículo.
Ahora les daré la receta para un mal gobierno:
- Lanzarse a cualquier puesto público sin estar preparado.
- Buscar un partido populista en las zonas más deprimidas del país donde los demagogos juegan con la voluntad popular.
- Aliarse al dueño de algún medio de comunicación para conseguir popularidad sobre todo con detalles falsos y exagerados.
- Tener siempre al lado una portátil que es financiada por algún elemento oscuro, que una vez que el candidato es elegido pasara la cuenta con intereses leoninos.
- Si por algún motivo tiene la suerte de ser elegido, convocar a los familiares mas cercanos y amigos, sobre todo aquellos que están desempleados para comenzar a lucrar con los bienes públicos.
- Atacar a sus adversarios desde el primer día de gobierno con falsedades y sobre todo poniendo a la población en contra de ellos.
- Un hecho muy importante es estar lejos de la prensa y empezar a atacar a aquellos medios que empiezan a hurgar en la vida de los oscuros asesores.
- Mentir, mentir y mentir sobre cualquier tópico y negar lo innegable, por ejemplo, si a su mas cercano colaborador lo encuentra con dinero en efectivo o si su familiar mas cercano empieza a mostrar signos exteriores de riqueza, negarlo visceralmente.
Obviamente muchos de ustedes dirán a estas recetas le faltan muchos ingredientes y yo seré el primero en reconocerlo, pero son los que me vienen a la mente, pues la finalidad de este artículo es poder concientizar que no es un tema de que cada cinco años estemos cambiando de gobierno.
Lo importante es que cada gobernante lo haga mejor que el anterior y podamos seguir creciendo como país.
En los últimos años hemos tenido populismo barato de todo tipo, con el gobierno de Castillo estamos experimentando el populismo de izquierda, que es peor que el de derecha.
Ambos son dañinos para la salud política, en el de derecha se dice “roba, pero hace obra “en el de izquierda “regala a los más necesitados para que no salgan de la pobreza “.
La mejor receta estoy seguro la tendrán muchas de las más lúcidas mentes de nuestro país.
Pero lo que si debe de tener en cuenta el próximo gobierno que asuma el país, no se si dentro de poco o en el 2026, es que si no se preocupan de lograr el desarrollo de las zonas deprimidas de nuestro territorio, seguiremos siendo campo de cultivo de ideologías extremistas, que pueden desembocar en movimientos que siembren el terror pues se sienten que nadie los representa y que los que ahora están en el poder lo único que buscan es el bienestar personal y no de la nación.
Esta semana que paso me pasé escuchando el publirreportaje de Castillo en el canal del estado y pude ver la incapacidad de este hombre de contestar hasta las preguntas más sencillas.
Nunca se ha visto en la historia peruana que en los primeros 10 meses de gobierno, el palacio sea allanado por la fiscalía, al hombre de confianza del presidente se le descubra una coima de US$ 20,000 ocultos en palacio, sus dos sobrinos cómplices de un delincuente raquetero de poca monta, para hacer negocios en el MTC y que Castillo pase por la vergüenza de ser investigado por el Fiscal de la Nación.
La fuga de su más cercano colaborador Silva es la gota que derrama el vaso.
Qué vergüenza internacional está pasando el Perú por culpa de Castillo y compañía.
Un presidente que no solo tiene intolerancia a la lactosa, sino intolerancia a la inversión extranjera difícilmente nos podrá dar una receta de crecimiento.
Ni siquiera la mejor receta de Gastón Acurio nos podrá librar de sufrir una diarrea política como la que se avecina. Lampadia