Rafael Venegas
Para Lampadia
¿Qué nos pasa? ¿Estamos ciegos o no queremos ver?
Hace algunos años, en un curso de comportamiento humano de Wharton, escuché un concepto que se me quedó grabado y que siempre lo he tenido en cuenta en mi vida profesional.
¨Para competir eficazmente hay que conocer muy bien cual es el objetivo prioritario que tienen tus adversarios¨.
Este concepto es perfectamente aplicable en el frente político, especialmente en situaciones extremas como la que vivimos actualmente.
Para nadie es un secreto que el objetivo prioritario de la fuerza política radical que enfrentamos es completamente opuesto a la libertad y democracia. Lo que pretenden es crear el caos y la destrucción económica, política, institucional y social del país, para luego hacerse del poder absoluto y perpetuarse.
Esto no es una sospecha, es una realidad que ellos nunca han ocultado, ni tampoco sus mentores del foro de Sao Paulo. Siempre han declarado abiertamente cual es su objetivo. Lo que pasa es que nosotros no los hemos querido escuchar y hemos permanecido en una conveniente negación, actuando con mucha tibieza. ¡Craso error!
El primer golpe nos lo dieron cuando ganaron las elecciones presidenciales, cumpliendo así la primera etapa de su objetivo. Y lo hicieron utilizando procedimientos irregulares y fraudulentos, avalados por el irresponsable gobierno caviar de turno, por su delincuencial sistema electoral y por la vergonzosa e inútil OEA. Todo esto ante nuestros propios ojos. ¿Y que hicimos? ¡Nada! Tibieza absoluta ante un descarado accionar.
Además, el mandatario de facto, se dio el lujo de no jurar por la constitución vigente, sino por una nueva constitución, lo que lo convierte en ilegal. Hoy ofrece públicamente someterse a los ronderos para que lo investiguen, ignorando olímpicamente la institucionalidad. Burla tras burla y en nuestra propia cara. ¿Y, a pesar de todo esto, seguimos con las tibiezas?
Hoy, cuatro meses después, somos testigos del peor gobierno de las últimas décadas. Esto, si lo medimos según nuestro objetivo democrático, pero según el objetivo de ellos, es todo un éxito.
Por eso resulta vergonzoso ver y escuchar opiniones de algunos representantes de los frentes políticos, empresariales, militares y mediáticos, que aún siguen considerando tibiamente, que los infames hechos que se presentan a diario en nuestro país son sólo producto de la incapacidad e inexperiencia del nuevo gobierno y no de una clara estrategia que se viene desplegando ante nuestros propios ojos.
No sigamos siendo tibios e ingenuos. ¿Cuándo nos vamos a dar cuenta que el objetivo de los nuevos gobernantes no es el bienestar de los peruanos y el progreso del país? ¿Cuándo nos vamos a dar cuenta que nuestros tibios comentarios y recomendaciones basadas en un sistema democrático, no les interesan en lo más mínimo?
¿Cuándo nos vamos a dar cuenta que ellos están concentrados 100% en su infame objetivo doctrinario y vienen avanzando disciplinadamente en su ejecución?
¡Despertemos ya! Basta de seguir en negación; basta de seguir ¨idiotizados¨; basta de tibiezas. No repitamos el ¨cojudignismo¨ de las elecciones y rescatemos a nuestro país. Todavía estamos a tiempo.
Felizmente un valiente grupo de congresistas ha presentado una moción de vacancia presidencial, que sin ser la gran solución, al menos rescataría al país de las garras destructoras.
Los motivos para hacerlo bastan y sobran y no tienen nada que ver con discriminación o con golpismo, como lo pretende presentar el gobierno siguiendo su acostumbrada táctica de victimización.
La figura de la vacancia (Impeachment) es legal y está considerada claramente en el artículo 113 de la constitución, que en resumen dice:
La Presidencia de la República vaca por:
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Muerte.
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Permanente incapacidad moral o física declarada por el Congreso.
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Renuncia aceptada por el Congreso.
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Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo fijado.
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Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en el artículo 117 de la constitución.
Esta muy claro que hay indicios suficientes que caen en el punto 2 del citado artículo. Además, estos bastan para que a criterio del Congreso, se declare la incapacidad moral. Hay que tomar en cuenta que se trata de un proceso político y no de uno jurídico como muchos erróneamente creen o quieren creer.
Por lo tanto, no es necesario comprobar legalmente los indicios y sólo basta con la apreciación subjetiva y la decisión mayoritaria del congreso para que se ejecute. De esta manera fueron vacados los presidentes Fujimori y Vizcarra, pero con mucho menos indicios de los que ha acumulado el actual mandatario.
No voy a entrar en detalles sobre la definición de incapacidad moral, ya que esto lo expliqué en el artículo ¨La Funesta Incapacidad Moral¨ publicado el 4-11-2021 en Lampadia. En él, luego de analizar el tema de ética y moral, concluí lo siguiente:
¨Quien no tiene educación, incurre en incapacidad intelectual. Quien tiene problemas psiquiátricos, incurre en incapacidad mental. Quien tiene problemas serios de salud, incurre en incapacidad física. Pero quien no tiene ética, ni valores, incurre en incapacidad moral¨.
En el caso que nos ocupa, está muy claro que no sólo existen claros indicios de incapacidad intelectual, sino también hay muchos más y mas graves de incapacidad moral. La decisión debería ser muy fácil de tomar.
Sin embargo, todavía hay muchas personas que creen que la vacancia presidencial sería peor porque tendríamos mas meses de incertidumbre, o porque es muy pronto, o porque es producto de una revancha. También hay otros que por ignorancia creen que se trata de un proceso jurídico y no de uno netamente político, en el cual no son necesarias las comprobaciones.
¿Entonces qué prefieren? ¿Cinco años de caos y destrucción del país y la posible toma del gobierno a perpetuidad?
Lamentablemente, como se trata de un proceso político, siempre existe la posibilidad de que algunos de los decisores (los congresistas), no lo hagan utilizando la razón, sino que decidan basados en sus oscuros objetivos personales y sin importarles el futuro del país.
El congreso está prácticamente dividido en tres tercios. Los partidarios de la libertad y la democracia, que suman unos 47 votos. Los oficialistas de izquierda y sus aliados de JPP, que tienen 42 y un tercer grupo de ‘partidos intermedios’, por llamarlos de alguna manera, que suman 41 votos (AP, APP, SP, PM y PP).
Estos últimos son los que decidirán la vacancia o la permanencia del actual gobierno, ya que se necesitan 87 votos. De esta manera se convierten en los decisores del futuro del Perú y de los peruanos. Una enorme responsabilidad que deberían enfrentar con patriotismo y firmeza.
Ellos tienen que saber que toda la ciudadanía estará pendiente de sus decisiones y que tendrán el deber y el derecho de reclamarles contundentemente en caso no actúen a la altura de las circunstancias.
Por eso, no podemos permitir que algunos de estos congresistas ¨intermedios¨ se escuden en explicaciones tibias y absurdas como que ¨lo hacen por la gobernabilidad del país¨ o algunas ridículas y cantinflescas como ¨puede ser delincuente, pero no es inmoral¨. Lo cierto es que no debe haber excusas que valgan cuando se trata de defender a nuestro país.
Los congresistas son los verdaderos representantes del pueblo, tenemos que exigirles que actúen patriótica y firmemente.
“Palabra de peruano, que quiere al Perú” Lampadia