Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
Milei no solo tiene que enfrentar una lucha abierta contra la ‘casta’ que mantuvo a Argentina en el socialismo empobrecedor desde hace como cien años, ahora también tiene que enfrentar a líderes descarados de la izquierda hispanoamericana, que no pierden ocasión para atacar sus propuestas y su perfil político. Esto va desde los nefastos AMLO y Petro en Sudamérica hasta Pedro Sánchez en España.
Pues resulta que después de los insultos de Sánchez y sus ministros a Milei, estos han armado un escándalo por las respuestas de Milei contra el propio Sánchez y su esposa. Es una lástima el nivel de politización de la política española, con el líder del PSOE en el poder.
Más allá de la parte anecdótica de estas diferencias, Milei está marcando un espacio dialéctico alrededor de las ideas contestatarias del liberalismo en una región subyugada por regímenes cercanos al complot del socialismo del siglo XXI, tan cercano a todas las actividades económicas criminales, que solo han traído pobreza extrema como la que ha destruido a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Por fin tenemos en la región, alguien que no le teme a los dictados de lo políticamente correcto, y es capaz de enfrentarse, en todos los terrenos, a los vendedores de cebo de culebra que andaban sueltos en plaza.
¡Viva Milei, ¡Carajo!!!
Milei y España
Juan Lagos
Fundación para el Progreso – Chile
Publicado en El Líbero, 24.05.2024
Glosado por Lampadia
“Mi pelea por las ideas de la libertad es inclaudicable. (…) Ahora, eso no quiere decir que yo tenga que estar generando conflictos con los que piensan distinto”, declaró Javier Milei en una entrevista con El Mercurio hace unas semanas. Sin embargo, algunos podrían pensar que estas palabras han sido controvertidas por el propio mandatario argentino a la luz de los acontecimientos que lo enfrentaron contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Las tensiones entre ambos líderes han escalado notablemente, culminando en una crisis diplomática, marcada por una retirada de la embajadora española en Buenos Aires.
Aunque algunos podrían considerar que Milei ha contradicho sus propias palabras, es posible argumentar que esto no es así. Si nos detenemos en todos los conflictos que el presidente argentino ha tenido recientemente, se observa que han sido principalmente por agravios que otros mandatarios han proferido contra él. Esto ha sido evidente en sus enfrentamientos con AMLO y Petro, y también en su disputa con Pedro Sánchez.
Antes de que Milei le afeara a Sánchez tanto la presunta trama de corrupción en la que está involucrada su esposa Begoña Gómez como el ridículo que hizo el mandatario español con sus “cinco días de reflexión”, el Gobierno socialista de España se ensañó con el presidente argentino en reiteradas ocasiones y de formas que poco tienen que ver con la diplomacia que ahora exigen. Ministros españoles han acusado a Milei de “ingerir sustancias”, de “negacionista”, de “no querer acabar con la pobreza sino con los pobres”, entre muchas otras lindezas. Es más, el propio Pedro Sánchez ha utilizado la figura de Milei en mítines políticos para advertir sobre lo que él llama “el auge de la ultraderecha”, calificándolo despectivamente en reiteradas ocasiones.
Milei está desafiando la presunción de los socialistas de Iberoamérica de que toda descalificación hacia el contrario sale gratis. Aunque no se trata de un remedio deseable, es cierto que todo el Grupo de Puebla se la pensará dos veces antes de entrar a descalificar al mandatario argentino. La firmeza con la que Milei ha respondido a las críticas y ataques personales está enviando un mensaje claro: no permitirá que se cuestione su capital político sin consecuencias. Esta actitud desafiante ha generado un cambio en la dinámica política regional, obligando a los líderes socialistas a reconsiderar sus estrategias y a medir sus palabras con mayor cautela.
Milei, a pesar de la controversia, está estableciendo un nuevo
precedente en la política iberoamericana, donde las
descalificaciones y los ataques no quedarán sin respuesta.
Con todo, no considero que el conflicto diplomático pase a mayores. Esto se ve en el hecho de que España confirmó su apoyo a la entrada de Argentina a la OCDE. Por otra parte, es muy difícil que el Gobierno de Pedro Sánchez pueda negarle la entrada a Javier Milei para recibir el premio Juan de Mariana el próximo mes. No están claro si el Gobierno español tiene esas facultades. El propio Pedro Sánchez ha llamado a dejar reposar este conflicto, consciente de que avivarlo podría seguir perjudicando a su propio Gobierno.
Este conflicto ha sido un claro aviso de Milei a toda la izquierda iberoamericana: no se metan con él sin esperar una respuesta contundente. Sin embargo, Milei debe ser consciente de que los conflictos diplomáticos, aunque no los busque él en un inicio, no siempre traerán los mismos réditos que obtuvo en esta ocasión.
Es necesario que siga consolidando su liderazgo interno y acelere la recuperación de Argentina para que su peso internacional se siga afianzando. Solo así podrá mantener una posición fuerte y respetada tanto el ámbito nacional como internacional, asegurando que las acciones y decisiones de su Gobierno continúen teniendo un impacto significativo. Lampadia