Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia
Aunque parezca increíble, la alternativa que se le ha ocurrido a Dina Boluarte para resolver el sempiterno problema de la poca o nula preparación ante los desastres naturales, es crear otro organismo, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANI), en la práctica ¡crear otro ministerio!
Cómo si el asunto fuera la necesidad de otra estructura burocrática y no la inepta gestión y la galopante corrupción en los sucesivos gobiernos.
El 2017 se creó la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) que, como ha quedado en evidencia seis años después, ha sido un completo fiasco.
El Ministerio de Fomento y Obras Públicas fue fundado por Nicolás de Piérola en 1896. La dictadura militar del general Juan Velasco lo dividió en dos en 1969, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Ministerio de Vivienda (MV).
Ahora se pretende añadir un nuevo organismo además de la ARCC y del MTC y el MV. La propuesta ha sido respaldada por otros funcionarios y algunos analistas.
En verdad es una pésima idea, típica de un gobierno que no tiene ningún plan ni propuesta seria para afrontar la nueva calamidad que ha caído sobre el país.
Con la creación del nuevo organismo pretenden distraer la atención y enfrascar a los medios de comunicación y al Congreso en un debate inconducente.
Dicho sea de paso, los congresistas también aprovecharon la oportunidad de los desastres naturales y de la creación de la ARCC, para crear una Comisión para supervisar a esa inútil Autoridad.
Como se conoce ahora, esa Comisión -que se ha ido renovando con el paso de los años- no supervisó nada. Sirvió más bien para que los congresistas contrataran a su clientela y viajaran con pasajes y viáticos pagados con los impuestos de los peruanos. Hasta ahora. Gastaron cientos de miles de soles sin resultado alguno. No advirtieron a la ciudadanía que la ARCC no estaba cumpliendo con su cometido. No fiscalizaron ni exigieron a los varios gobiernos que rectificaran y mejoraran la gestión.
En suma, la ARCC gastó millones sin resultados y los congresistas se sumaron a la fiesta. Y ahora, en lugar de hacer lo qué hay que hacer, mejorar la gestión reclutando profesionales capaces y luchando contra la corrupción, no tienen mejor idea que agravar las cosas creando otro organismo que se superponga a los anteriores.
Es verdad que en el Perú o en cualquier lugar del mundo los fenómenos naturales pueden causar estragos, pero esos efectos pueden ser mitigados con obras de prevención. Eso no ha ocurrido.
En suma, el gobierno debería preocuparse de mejorar la gestión designando a personal honesto y competente en lugar de realizar propuestas absurdas que solo empeorarían todo. Lampadia