Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia
El vicepresidente del Congreso, Enrique Wong de Podemos, ha falsificado facturas por 2.3 millones de soles, según reveló el programa Panorama TV. El congresista de AP Darwin Espinoza, uno de los “niños” involucrados en múltiples corruptelas, negociaba puestos de trabajo en entidades estatales, según audios difundidos en Beto a Saber.
Ese mismo programa denunció las sospechosas relaciones de Eduardo Salhuana, el candidato de César Acuña (APP) a la presidencia del Congreso, con el prófugo Juan Silva, además de otros antecedentes turbios del mencionado parlamentario.
Estas son informaciones aparecidas en los últimos días. Otras fechorías de integrantes de esos conglomerados se han aireado profusamente en todo el período.
Con estas tres camarillas –AP, Podemos, APP- tienen necesariamente que negociar los grupos democráticos de oposición en el Parlamento para constituir una nueva mesa directiva. Y, obviamente, tienen que compartirla con ellos.
Como es evidente, de esa transacción no saldrá una directiva fuerte y limpia, que practique una oposición firme y lúcida al gobierno.
Naturalmente, los grupos democráticos tienen que hacer lo que esté a su alcance para impedir que la directiva del Congreso caiga en manos de los seguidores de Pedro Castillo, que también buscarán un pacto con los otros malandrines para apoderarse de esa institución.
El resultado de ese compromiso de las bancadas democráticas será probablemente una directiva similar a la actual, quizá algo mejor, tal vez algo peor. Pero no habrá un cambio sustancial.
Con esa nueva mesa directiva debería tramitarse la ahora dudosa destitución de Castillo y Dina Boluarte y la convocatoria a nuevas elecciones. Evidentemente, aun si lograra eso, no tendría ni la decisión ni la fuerza para hacer los indispensables cambios en los organismos electorales, que no ofrecen la más mínima garantía de procesos limpios.
Tampoco en otros organismos del Estado. Como ha puntualizado el periodista Rodrigo Cruz, señalando las dificultades de investigar a alguien que ocupa la presidencia y dirige las FFAA, la policía y el sistema de inteligencia, es decir, “un funcionario que puede utilizar el aparato estatal para salvar su pellejo y el de sus cómplices”.
Y añade, “hay que considerar que como jefe de la DINI está el ex comisario de Tacabamba José Luis Fernández Latorre (que tiene a su hermano menor, Elky, en la Dirección de Inteligencia de la PNP y a su hermano mayor, Carlos, en la Digimin). De igual forma, hay generales en actividad en la PNP que fueron ascendidos por este Gobierno en medio de denuncias de presuntas coimas para que estos se realizaran. Es decir, personas que le deben su puesto al presidente.” (“El Comercio”, 26/6/22).
Mientras eso ocurre, ellos siguen avanzando inexorablemente en la captura de las instituciones claves. El martes 28 nombraron al antaurista general EP (r) Leonel Cabrera vice ministro en el Mindef. Él es un humalista de larga data (fue jefe de batallón de Ollanta Humala cuando este se hacía llamar capitán “Carlos” en Tingo María) y fue dos veces candidato al Congreso por el partido antaurista Unión Por el Perú, además de otros antecedentes. (“Perú21”, 29/6/22).
Aunque algunos todavía se niegan a admitir tozudamente la realidad, es obvio que para acabar con el entramado corrupto que se ha apoderado de las instituciones se requieren soluciones radicales. Lampadia