Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
En tiempos de confrontación, en tiempos de guerra, donde las disputas no son entre ángeles y demonios, donde la pureza de la justicia y la ética no son patrimonio de nadie; es de gentes confundidas y faltas de carácter, ponerse de costado sin reparar que en la cancha están los malos y los más malos.
En situaciones de conflictos no cotidianos, en los que de pronto nos vemos inmersos, el ciudadano de bien, el ciudadano comprometido con el bienestar de su sociedad, tiene que hacer de tripas corazón y optar por evitar el daño mayor de la organización de la ‘polis’.
Este es el disparadero en que se vieron los ciudadanos de Ucrania ante la invasión de Rusia con toda su narrativa de ‘derechos’ territoriales.
Este también, es el disparadero en el que estamos los peruanos ante los ataques a la ex Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, por parte de fiscales, asesores, periodistas, líderes de opinión y políticos que ya mostraron sus inclinaciones políticas y sobre todo, su disposición a usar el sistema judicial, abusivamente, como un arma de presión, de chantaje e incluso de carcelería.
¡Hay que optar entre lo malo y lo peor!!!
Yo recuerdo que cuando le reclamé a Álvaro Vargas Llosa por su apoyo a Humala, alguien de su entorno muy cercano me dijo, ‘no te preocupes, si no cumple, salimos a las calles’. Como he afirmado anteriormente, el daño causado por el gobierno de Humala, que muchos no percibieron adecuadamente, fue inmenso.

También recuerdo que algunos personajes, alrededor de la segunda vuelta electoral del 2011, afirmaban que Keiko debía conceder la victoria y no reclamar el fraude, y que, si Castillo no cumplía con lo ofrecido, ‘habría que salir a las calles’.
¿De qué sirvieron las marchas de millones de venezolanos contra Chávez y Maduro? Una vez que los socialistas de la escuela cubana capturan el poder, no lo dejan nunca más. Ellos empobrecen a la población para mantenerla a punta de dádivas, se alían con todas las mafias de las actividades económicas ilegales, para enriquecerse y contar con recursos que la resistencia cívica no puede alcanzar.
A los socialistas de la escuela cubana, no hay que darles ningún espacio que les faciliten hacerse del poder. Hay que combatir sus ideas y la presencia de sus socios en las cercanías del poder, que tarde o temprano les abrirán las puertas.
Es absurdo que, en el Perú, hayamos permitido que Castillo-Perú-Libre llegaran al gobierno con la ayuda de muchos personajes que hoy combaten a la ex Fiscal Benavides, sin haberlos desenmascarado y combatido.
Gracias a Dios, al temple de los peruanos, y entre otros, a la ex Fiscal Benavides, nos libramos del socialismo de la escuela cubana.
Pero no nos hemos librado aún a las mafias económicas que siguen corrompiendo nuestro país, y tampoco nos hemos puesto al frente de esos personajes que, voluntaria o involuntariamente, los acogen.
Es lamentable que estemos en estos trances, pero estamos en ellos, y no podemos abstenernos de evitar los mayores daños infligidos por los amigos de nuestros enemigos, los socialistas de la escuela cubana y sus redes de corrupción. Lampadia