Tarea Urgente
Jaime de Althaus
Para Lampadia
Se publicó finalmente en El Peruano la ley que restituye el financiamiento transparente de empresas formales a los partidos.
Podrán dar hasta 200 UIT al año o 500 UIT si es a varios partidos. O un 40% de esos montos a una cuenta en el Banco de la Nación indicando a qué partido o partidos aportan. [1 UIT = S/. 5,350]
Esto es muy importante porque permitirá que el empresariado se reconecte con la política en el buen sentido y con el compromiso nacional. Y, sobre todo, le disputará el espacio a las economías ilegales que han penetrado el Estado y la política financiando candidaturas al Congreso y a los gobiernos subnacionales.
Pero hace falta una modificación importante en la ley a fin de que esa disposición no sea aprovechada por organizaciones ilegales o criminales para crear una empresa formal ad hoc y aportar por medio de ella.
Para evitar eso la ley debería establecer que la empresa donante debe acreditar un número mínimo de años -digamos cuatro- de funcionamiento, adjuntando su movimiento económico. Esto es vital, y el Congreso todavía está a tiempo para hacerlo apenas se reanude la legislatura. La modificación debe estar publicada en El Peruano antes de que se convoque a elecciones en abril.
De paso, debe aprovecharse para enmendar otro vacío: la ley prohíbe toda clase de aporte por parte las personas jurídicas nacionales sin fines de lucro.
Las extranjeras, en cambio, si pueden aportar si los fondos son destinados a la formación, capacitación e investigación. No es solo que hay una discriminación, sino que se está impidiendo que un gremio o una universidad sin fines de lucro o una asociación cualquiera pueda aportar con capacitación o con investigación o con cursos para candidatos, como, por ejemplo, hacía con mucho éxito Reflexión Ciudadana en el pasado o quisiera hacer Recambio en la actualidad. Necesitamos que esos esfuerzos sean posibles. Por lo tanto, sería conveniente que la ley se modifique también en ese punto. Necesitamos asegurar la mejor representación nacional posible.
Y mejorar la calidad de los partidos.
En ese sentido, sería ideal que además se incluya la figura de los centros de investigación partidarios por impuestos, para que las empresas puedan destinar parte del impuesto la renta que pagan para financiar think tanks en los partidos. Algo, que, de paso, ayudaría a atraer a personas de altas calificaciones a los partidos, hoy desertados por las elites profesionales e intelectuales.
Lampadia